Pablo, uno de los ganadores de las Olimpiadas Internacionales de Tecnología
Pablo, un niño de 10 años de Madrid, ha creado un videojuego con el objetivo de fomentar un estilo de vida saludable y ayudar a las personas mayores. Inspirado en su propia abuela y en sí mismo, Pablo es estudiante en el colegio Cristo Rey, ubicado en el barrio de Las Rozas. Con el apoyo de su profesor de tecnología, ha sido reconocido como uno de los ganadores de la tercera edición de las Olimpiadas Internacionales de Tecnología, organizadas por la Fundación NTT DATA.
El videojuego que desarrolló permite a los jugadores avanzar a través de diferentes pantallas, ganando puntos mientras ayudan a su abuela, la protagonista de la historia. En palabras de Pablo: “Mis abuelos son todo para mí. He vivido muchísimo tiempo con ellos. Me cuidan”. Esta fue su inspiración para crear el juego. Aunque fue su primera vez utilizando la plataforma de programación Scratch, Pablo se sintió motivado por el reto y expresó su deseo de participar nuevamente el año que viene.
Esta iniciativa gratuita se ha llevado a cabo en una plataforma digital de aprendizaje que ofrece recursos en inglés, español, portugués e italiano, permitiendo a los jóvenes diseñar videojuegos, cuentos y animaciones de manera divertida y creativa.
En esta edición de las olimpiadas, participaron 6,640 jóvenes de entre 7 y 16 años, provenientes de 10 países. A través del juego y diversos retos, los participantes desarrollaron habilidades digitales y se involucraron en la solución de problemas en su entorno. La Fundación NTT DATA busca despertar el interés por la programación de una forma entretenida y práctica, al mismo tiempo que fomenta habilidades blandas como la creatividad, el trabajo en equipo, el pensamiento crítico y la gestión del tiempo.
La competencia se basa en un modelo pedagógico que promueve la ruptura de tabúes y el desarrollo de competencias digitales, esenciales para el futuro de los participantes. A lo largo del proceso, los jóvenes contaron con la guía de entrenadores, muchos de ellos voluntarios de NTT DATA, que les ayudaron a alcanzar el reto final, similar a cualquier olimpiada.