A Volapié

Breves consejos para invertir en renta variable: II parte

En la primera parte hablé de las bondades de la inversión en bolsa a largo plazo, así como de la conveniencia de tener un plan al que debemos ceñirnos estrictamente. Mi intención en estos dos artículos es facilitar la inversión en renta variable a los neófitos, especialmente a los jóvenes que empiezan a trabajar y cuya capacidad de ahorro es modesta. 

Según el capital disponible invertiremos en acciones de los mercados más líquidos (Euro Stoxx 50, Euro Stoxx 600, SP 500, Nasdaq 100, etc...), y/o en fondos de inversión (FIM) y fondos cotizados (ETF). Cuando los recursos son escasos, lo ideal son los FIM porque permiten realizar inversiones periódicas sin comisión de compra y en cantidades modestas. Tanto las acciones como los ETF pagan comisiones de compra y exigen mayores importes y es por esto por lo que no permiten llevar a cabo el plan de inversión periódico que recomendé en la 1ª parte, salvo que tengamos una capacidad de ahorro elevada. 

En cuanto a los FIM, dijimos que los hay activos y pasivos. Para mantener la simplicidad del enfoque vamos a centrarnos en los fondos pasivos. Son fondos que replican un índice, por ejemplo, el S&P 500 americano, y se caracterizan por una comisión de gestión baja. Lo más conveniente es invertir en EE.UU y Europa, especialmente en el S&P 500 y en el Euro Stoxx 600 europeo. El MSCI Europe también nos sirve pues es muy parecido a este último. En cuanto al reparto optaría por un 60% para el mercado americano y un 40% para el europeo.

Invertir en EE.UU implica correr el riesgo de cambio Euro/Usd. Creo que el principiante debe optar por lo más sencillo y prudente, es decir por la cobertura del riesgo de divisa. Afortunadamente los FIM tienen clases cubiertas en las que el riesgo de cambio está mitigado en gran medida.  

Ahora que ya sabemos en qué invertir, vamos a ver cuándo hacerlo. En la primera parte de este artículo recomendé evitar el market timing, es decir tratar de comprar en mínimos y de vender en máximos. El primerizo debe invertir de forma periódica, a ser posible mensual o bimensualmente, el mismo día de cada mes. 

No obstante, es necesario mantener un colchón de liquidez disponible siempre que sea posible, para aprovechar las correcciones y mercados bajistas que son consustanciales a la bolsa. Cuando estos se producen, no debemos pensar en vender lo ya invertido, sino en comprar más con la liquidez acumulada, liquidez que se puede invertir en un fondo del mercado monetario (FIAMM) para que genere alguna rentabilidad hasta que llega la ocasión de colocarla en renta variable.

Cuando se produce una caída del 7 a 10%, como la actual, no sabemos si se trata de una sana corrección para seguir subiendo, o bien el inicio de un mercado bajista del 20 o 30%. Hay que tener claro que es casi imposible comprar en el precio más bajo, sin embargo, hay herramientas para empezar a comprar en puntos en los que maximizamos la probabilidad de ganar dinero a medio o largo plazo.

Cuando aparecen las caídas lo primero que inunda el mercado es el miedo de la masa. Nosotros, que somos también masa, tenemos que tratar de alejarnos del rebaño, hay que ser contrarian. Nos tenemos que poner la gorra del comprador puesto que nos ofrecen acciones rebajadas. Decirlo es fácil, hacerlo cuando cae a plomo es más difícil. No obstante, es posible si cultivamos el autodominio y tenemos algunas herramientas básicas. 

Para detectar el miedo tenemos que mirar las encuestas de sentimiento. Tenemos en internet la de American Investors y la de Investors Intelligence. Cuando el número de bajistas se aproxime al 45/50%, es hora de hacerse contrarian. Cuando el Fear & Greed index de la CNN marque miedo extremo, es una buena señal. No conviene usar toda la pólvora de una vez sino gastarla en 2, 3 o 4 disparos, según sean las circunstancias. 

La volatilidad (VOL) es otra medida del miedo que crece exponencialmente en las crisis bursátiles. La VOL del SP 500 es el VIX. Cuando llega al 50% es una potencial señal de compra, sabiendo que en las grandes crisis (2008, 2020) puede subir hasta el 90%. La VOL del Euro Stoxx 50 es el V2TX. El rango del 40 al 60% es compra también, aunque esporádicamente se puede disparar hasta el 85%. Un solo dato por sí mismo no es suficiente. Cuando la combinación de todos ellos, o de la mayoría, muestra un elevado miedo es cuando hay que aprestarse a salir de compras. 

En este punto los rudimentos del análisis de gráficos son de gran ayuda. Si vamos a realizar inversiones adicionales en el S&P 500, o en el MSCI Europe, conviene analizar el gráfico de largo plazo (al menos 15 años) en escala logarítmica. Dicho gráfico tiene que estar ajustado por dividendos, ampliaciones de capital, splits, etc.… El gráfico se debe analizar en escala mensual, semanal y diaria, aunque nos vamos a centrar en las dos últimas.

Como la tendencia secular de la bolsa es alcista, su gráfico presenta una notable pendiente positiva con dientes de sierra, o picos y valles. Tenemos que gastar la liquidez acumulada en los valles, sabiendo que nunca compraremos en el precio más bajo. Para esto vamos a usar la media exponencial de 200 días (200d).

Las sanas correcciones de un mercado alcista se suelen aproximar a la media de 200d. A veces se quedan algo por encima, otras la rebasan en 3 o 4 puntos porcentuales. Si en el entorno de esta media, detectamos bastante miedo, entonces podemos plantearnos invertir un 30 o 40% de la liquidez disponible. El resto conviene guardarlo para el caso en que las caídas se agraven y el miedo alcance cotas de pánico. Estas son las grandes y deseadas oportunidades.

Si este fuera el caso, el precio tenderá a acercarse a la media exponencial de 200 semanas (200s), un 10/15% por debajo de la media de 200d. En estos puntos hay que colocar el resto de la liquidez. En situaciones extremas, como el 2020 o el 2008, los precios pueden caer por debajo de la media de 200s. En este caso hay que tener paciencia y aguantar estoicamente pues más pronto que tarde el precio revertirá a la media y el mercado retomará su camino al alza de manera que las posiciones tomadas en los entornos de las medias de 200d y 200s generarán ganancias adicionales en el medio plazo.

Una última herramienta que puede sernos útil es una medida de la amplitud del mercado. Cuando apenas el 20% de las cotizadas de un índice superen su media de 200d, las caídas estarán cerca de terminar. Todo lo mencionado está disponible en internet sin coste, o se puede calcular.

Lo más importante en esta materia es ceñirse al plan e invertir regularmente de forma automática. Lo segundo es el control de las emociones cuando llegan las grandes caídas, la capacidad para hacer lo contrario de lo que hace la mayoría y de lo que nos pide el cuerpo. En esos momentos nosotros no venderemos, más bien compraremos. Los grandes pánicos generan las mejores oportunidades.