Desde el otro lado

La controversia con los restos de Colón

Un documental titulado “Colón ADN. Su verdadero origen” difundido el 12 de octubre pasado, en la de Televisión Española, trae un nuevo examen de los supuestos restos de Cristóbal Colón trasladados a España desde La Habana hace 125 años. La Universidad de Granada, con el uso de nuevas tecnologías, ratifica una presumida “fiabilidad absoluta” de su autenticidad. 

Se trata de las pequeñas partes de osamentas del Descubridor o de su hijo, que se encuentran en la tumba de la Catedral de Sevilla desde 1899, las cuales han sido analizadas por más 20 años por el médico forense José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Legal de dicha universidad.

Testamento y muerte de Colón

El 22 de febrero de 1498 Cristóbal Colón realizó su testamento, dejando escrita su voluntad de ser sepultado en La Española. 

El navegante murió tras sufrir un paro cardíaco el 20 de mayo de 1506 y fue sepultado en el Convento de San Francisco de Valladolid. Tres años después, en 1509 fue trasladado al Monasterio de la Cartuja de Sevilla.

Testamento Cristóbal Colón

Traslado a Santo Domingo

En 1537, su nuera, María de Toledo obtuvo del rey Carlos V el derecho de patronato sobre la capilla mayor de la Catedral de Santo Domingo en favor de su hijo primogénito don Luis Colón y Toledo, con facultad de realizar el enterramiento de su familia con los restos de su suegro Cristóbal Colón, el descubridor de América, y los de su esposo Diego Colón. La traslación de los restos mortales de ambos se llevó a cabo poco tiempo después, siendo sepultados en la Catedral de Santo Domingo. El historiador Fernando Colón, hijo natural del descubridor con Beatriz Henríquez, lo menciona como cosa hecha en su testamento de 1539.

Muerte del tercer almirante

Luis Colón y Toledo, tercer almirante titular de Indias, primer duque de Veragua y primer marqués de Jamaica, hijo de Diego Colón y de María de Toledo, muere el 3 de febrero de 1572, siendo enterrado primero en la Cartuja de las Cuevas de Sevilla, como lo habían sido los de su padre y abuelo, y más tarde en la Catedral de Santo Domingo, donde se llegaron a encontrar al mismo tiempo: “Cristóbal Colón, primer almirante de Indias; Diego Colón, segundo almirante; Luis Colón y Toledo, tercer almirante”.

Traslado a La Habana

En 1795, en ocasión de la entrega de España a Francia la parte española de la isla de Santo Domingo, en cumplimiento de las cláusulas contenidas en el Tratado de Basilea, el teniente general Gabriel Arestizábal, entonces comandante de las fuerzas españolas en aguas caribeñas se llevó los supuestos restos de Colón a Cuba, una tierra en la que continuaba España teniendo jurisdicción. Estos restos fueron reubicados en la Catedral de La Habana, Cuba, pero en realidad trasladaron una sola urna de las encontradas, con la creencia de que era el conquistador.

Hallazgo restos del Descubridor

En 1877, al realizarse unas obras en la Catedral de Santo Domingo, se encontró el sarcófago de plomo –que contiene actualmente su tumba en el Faro a Colón- con una inscripción que rezaba: “Varón ilustre y distinguido, Don Cristóbal Colón”. Además, figuraban D. del A. en el exterior, que el canónigo Billini tradujo como abreviatura de “Descubridor de América”.

Traslado a Catedral de Sevilla

Cuando Cuba logró su independencia de España en 1898, las autoridades españolas que presumían que esos restos del hijo de Colón eran los del Descubridor, los trasladaron en 1899 a España para ser enterrados en La Catedral de Sevilla.

Primeros estudios del Dr. José Antonio Lorente 

De acuerdo a los estudios de ADN realizados en Sevilla, sobre los huesos que tenían en la Catedral, ya en 2006 desde El Escorial Lorente esgrimía que “no cabía ninguna duda” de que la urna en la Catedral de Sevilla eran los restos de Colón. Sin embargo, como aseveraba un famoso genetista “todos los miembros de la familia Colón enterrados en Santo Domingo compartían información genética”. Es decir, que era muy difícil discernir entre unos restos quién era cada persona.

Opiniones del Dr. Antonio Alonso

Uno de los principales genetistas españoles, Antonio Alonso, quien dirigió el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses hasta hace unos meses, es contundente: “Desgraciadamente, desde el ámbito científico no se puede hacer valoración alguna tras el visionado del documental, ya que no se ofrece un mínimo dato de lo analizado. Mi conclusión es que el documental Colón ADN no muestra en ningún momento el ADN de Colón y los científicos no sabemos qué análisis se han hecho”.

Declaraciones del Dr. Miguel Botella

Otro caso es el del antropólogo forense Miguel Botella, también de la Universidad de Granada, quien estuvo presente en 2003 cuando se abrió la caja donde se conservaban la supuesta osamenta de Cristóbal Colón en su enterramiento en la Catedral de Sevilla donde reposaba desde 1899. 

Botella analizó el amasijo de huesos durante seis días con escáneres láser. Sólo pudo asegurar que “todos los restos pertenecían a la misma persona: un hombre de entre 50 y 70 años, más próximo a los 60, y que había una marca que indicaba que había sido descarnado. Tras la exhumación de 2003, “no se pudo extraer ADN de los huesos”, asegura Botella.

Incluso el mismo Lorente reconoció más tarde, en una publicación en 2010, que los fragmentos de ADN mitocondrial obtenidos eran “muy pequeños”, insuficientes para llegar a conclusiones.

Otras teorías 

Asimismo, existe una teoría de que en esos tiempos era costumbre dividir los restos en varias partes y conservarlos en varios lugares. 

Estas nuevas afirmaciones de Lorente son más de lo mismo, solo reafirman su teoría esbozada por años, aunque en esta ocasión usa el término de “fiabilidad absoluta”, pero afirma que ambas posturas “podrían ser ciertas, ya que los dos conjuntos de huesos estaban incompletos”, mostrándose abierto a la posibilidad de que los restos estén divididos entre Sevilla y Santo Domingo.

El duque de Veragua, descendiente directo de Colón, se pronunció también con cautela, subrayando que "ni están todos en Sevilla ni están todos en Dominicana". 

Autenticidad de osamentas en República Dominicana 

Los huesos en República Dominicana han sido históricamente objeto de estudio, y de manera oficial no existen dudas de su autenticidad, como lo demuestran los textos de Emiliano Tejera, Emilio de la Cruz Hermosilla y Carlos Esteban Deive, citados en la obra “Los restos de Colón. Bibliografía” de Frank Moya Pons (2006).