Crónicas de nuestro tiempo

Cortos de cerviz o sumisión aprendida

Muchas personas, con carreras universitarias; periodistas, comentaristas, políticos, profesores, funcionarios; cultos e incultos.., les oímos criticar a particulares, empresarios, fondos y bancos, acusandoles de tener pisos vacíos para defender y justificar la situación precaria de los ladrones okupas, mostrando con ello su pertenencia a una parte de ese perfil que corresponde al 80% de la población de quienes no piensan ni producen ni crean riqueza, del denominado "Para relleno y consumo" que suelen ser contestatarios, renegados, resentidos y seudo todo.

Este fenómeno que en muchos países de Europa y prácticamente en todo el mundo, se resuelve en unas horas, deteniendo y juzgando a los invasores de la propiedad privada; en España, Bélgica y Países bajos, la ley se ralentiza y se complica premeditadamente en virtud de circunstancias como:

Si la vivienda estaba habitada en el momento de la ocupación o no; si se ha roto la puerta o no; si se considera allanamiento de morada o no; si ha habido violencia o no. Lo cierto es que salvo que el propietario se haya dado cuenta dentro de las 24 horas, le será más fácil que difícil recuperarla aunque no en todos los casos lo consiga.

El allanamiento de morada se aplica exclusivamente a viviendas donde hay personas residiendo habitualmente. La ocupación, por su parte, se refiere a inmuebles que no se utilizan como lugar habitual de residencia principal, como   pueden ser casas o edificios vacíos donde no suele vivir nadie, lo cual no significa que sea lícito usurpar la posesión.

La okupación, es un término que ha ganado notoriedad en el debate social y legal en España. Este acto se refiere a la acción de okupar una propiedad inmueble sin el consentimiento de su propietario, y hasta los abogados lo asumen como una acción habitual que desprende un proceso legal entendido como una causa más, por aquello de haberse normalizado canallescamente de la mano de un gobierno en via bolivariana.

En Dinamarca, si el propietario acude a la Policía y demuestra que la casa es suya, se desaloja a los okupas, con independencia del periodo de tiempo que haya transcurrido. Pero, absurdamente, también se multa a quienes tienen casas vacías. Es como sancionar a quienes tengan demasiada ropa, zapatos o comida. En cambio no se sanciona a quién tiene demasiado tiempo de ocio porque es un vago que vive de subvenciones.

En Italia el proceso judicial es muy ágil. En apenas unos días desde que el propietario pone la denuncia el juez ordena el desalojo del inmueble, y puede imponerse a los okupas que se hagan cargo de los gastos de reparación de los daños ocasionados. Cosa que nunca se produce.

En Reino Unido la okupación está considerada un delito penal, y los inquilinos no deseados pueden ser sentenciados a medio año de prisión. El proceso es relativamente rápido: los propietarios denuncian la ocupación ilegal, los agentes de Policía prueban que los okupas querían instalarse en la vivienda, y los detienen, lo cual es absolutamente racional.

En Alemania, el desalojo se produce 24 horas después de que el propietario lo sepa y tras presentar una denuncia ante la Policía. Para este "delito", la Justicia alemana castiga con penas de cárcel de un año, las cuales pueden, además, ir acompañadas con una multa. De tratarse de una multitud o se produzca un uso de la violencia, la pena podría aumentar hasta los dos años.

En Francia, la 'okupación' es un acto ilegal que se castiga con un máximo de tres años de prisión y una multa que llega a los 45.000 euros de sanción. En lo que respecta a los tiempos de desalojo, en caso de que se haya realizado en menos de 48 horas, el propietario puede avisar a la Policía. Estos están autorizados para expulsar a los okupas de inmediato, sin necesidad de contar con el permiso de un juez. Si pasa más de este plazo de tiempo, el propietario hace una denuncia y aplica el desalojo cuando lo autorice un juez, en un proceso rápido.

Artículo 47 de la Constitución Española

Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.

En España, el último recuento de denuncias por okupación ilegal, estaba por encima de las 15.000. Es decir, quince mil viviendas que el gobierno se ahorra y le viene de cine, no solo por la inversión, sino por el voto de la unidad familiar de los agradecidos delincuentes okupas, cuyo delito a veces se reconvierte en una fuente de ingresos cuando el propietario paga 2, 3 y 5.000€ para recuperar su casa, mientras el okupa vuelve a irrumpir en otra para repetir la indemnización y así sucesivamente, gracias a un gobierno que abusa del honrado contribuyente de forma irresponsable.

Solemos oír continuamente en las cadenas de televisión y emisoras de radio, a toda una chusma sumisa, canalla, gentuza, morralla, populacho, vulgo, Zurriburri o incultos (.!.) defender, sin acusar al gobierno, la acción de los desangelados vagos y delincuentes okupas -la mayoría magrebíes- que fue lo que le ocurrió al actor, Daniel Guzman, cuando tras defender a estos delincuentes antisociales, decidió actuar para echar de su vivienda a aquellos que anteriormente defendía… Guzmán entró junto a los cuatro hombres en la vivienda por una ventana y desalojaron a golpes a los okupas mientras les pedían las llaves de la vivienda. La consecuencia: Daniel Guzmán fue condenado a pagar una multa de 600 euros, y tendrá que pagar 350 euros a uno de los okupas en concepto de responsabilidad civil, de acuerdo con la sentencia.

En este caso, Guzmán, quiso hacer lo mismo que hace la injustamente censurada empresa "Desokupa" a la qué había casi que enaltecer por su contribución a la recuperación del robo. 

Sólo los descerebrados a los que les deseamos la okupación de su casa; un emigrante subsahariano y un mena de premio, acusan a la empresa "Desokupa" como le ocurrió al bocachanclas de Guzmán.

LA SUMISIÓN APRENDIDA, es aquella que practican toda esa caterva de individuos con o sin pendiente de todos los géneros, que apiadandose de los ladrones de viviendas e ilegales de todos los ámbitos (mientras no les toque a ellos) se olvidan de la obligación que tiene el gobierno de dar cobijo o vivienda a estos parias, en lugar de cobertura para robo y ahorro, mejor que cargar contra quienes honradamente con el dinero ganado fruto del trabajo, sean particulares, empresas, bancos o fondos, da lo mismo, pretenden culpabilizarles de una situación cuya responsabilidad es íntegramente de ese gobierno que a la sopa boba, se deja querer por tanto torpe que les sigue y seguirá votando amparando ese bolivarianismo indecente.

Resulta que usted puede tener 8 coches, y si le roban uno de los que tiene aparcado durante meses y años por colección o capricho, la justicia persigue, detiene y condena inmediatamente al ladrón, simplemente, porque la Constitución no dice que todo español tiene derecho a un coche y los poderes públicos la obligación de promover este derecho.

Esto nos debe recordar a aquello que veíamos del muy tarde enterrado Hugo Chavez, cuando iba por las calles ordenando expropiaciones tipo sanchismo venidero.

La propiedad privada, sea cual fuere y de quien fuere, es un derecho que los gobiernos deben proteger, defender y perseguir para garantizar la seguridad de quienes en mayor o menor medida crean puestos de trabajo, riqueza y prosperidad reinvirtiendo lo honradamente ganado, aunque luego el gobierno se arrogue de forma infame la creación esos empleos y prosperidad.