Sencillamente irresistibles

Los Eurodipugenios de la botella

Los tapones ya no contaminaran, qué gusto.

Vamos a creerlo, porque somos tontitos de baba y nos tragamos cualquier cosa que nos cuenten los mandatarios, preocupados siempre y únicamente por nuestro bienestar y felicidad.  

No serán más un residuo aborrecible sino un algo unido de por vida a la “botella madre” por una especie de cordón umbilical imposible de romper y muy capaz de hacer que el agua que contienen se vierta literalmente sobre la ropa de quien las utiliza, a la par que dicho tapón se nos mete por un ojo, o por una oreja.

Porque la Unión Europea, poblada de eurodiputados super valiosísimos ha determinado que así sea. 

Da igual pues que beber en ellas se vuelva una ducha y que vayamos por la vida mojados como peces, ya que a cambio los peces no se los tragarán y vivirán más, con más aletas caudales y más escamas y de manera más confortable. 

Lo suyo sería educar a la gente para que no tirara basura al mar, pero es muy de agradecer que pescados y jabalíes, lobos y gallinas europeos alcancen lo más en calidad de vida. 

“Beber a morro” ahora es “darse de narices” con un tapón, en realidad, con una gran mentira, porque cuando nos enseñan esas playas repugnantes y lamentablemente cubiertas de plásticos, nos están mostrando imágenes de la basura del Pacífico flotando, esa que sus gobiernos no reciclan y que cargan en barcos y arrojan al océano, porque sale más barato que deshacerse de ella de manera correcta.

Quizás, y para mantenerlo todo precioso en nuestro idílico y prefabricado a su voluntad entorno europeo, deberíamos volver a la vida en las cuevas, pero sin atrevernos siquiera a llevar a cabo pinturas rupestres, para no dañar las paredes de las mismas. 

Si se miran bajo el mismo prisma de la exigencia de México lindo y querido a España (su nueva presidenta Claudia Sheinbaum, ha excluido a Felipe VI de su toma de posesión por no pedir perdón ante los agravios cometidos durante la conquista de hace más de 500 años), los “grafiteros rupestres” del paleolítico deberían “arrodillarse” para pedir disculpas por las “atrocidades” cometidas en las cavernas hace solamente 25.000 años, en lugar de recibir el aplauso y la admiración por su obra de arte y lo que ha supuesto para la humanidad

 Y como al parecer Asturias es el mayor depositario de esas “pintadas” ya que la mayor parte de ellas se encuentran ahí, pues que sean los asturianos en general quienes las ofrezcan a través de una oficina de nueva creación a modo de las de turismo pero con denominación de “Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir” de Botswana y el rey emérito, tan de moda hoy día, tan pantalla de humo actual que ya no se habla de otra cosa en el país, ni de otros problemas ni de otros desmanes presidenciales y ministeriales sino de la magnitud de las conversaciones y besos y babas de Don Juan Carlos y Bárbara amante y paellera hace también muchos años.

“Está en deuda conmigo. No lo he sido nunca, pero si tengo que serlo… como puta, seré la más cara” decía esta señora.

Una metáfora que de alguna manera podría aplicarse a la Unión Europea (que cada quien lo haga como mejor le parezca). 

Tantos esfuerzos, tantas horas de trabajo de tantos y cuantos europarlamentarios no para cazar ni domesticar elefantes, no los del Rey en Botswana ni los de Bárbara Rey en el circo (cuanto rey y cuanto elefante), sino tapones, pequeños y malvados tapones de plástico, que al parecer abultan más que los elefantes.

Eurodiputados que con medidas tan “craneadas” y tan magníficas y tan útiles y tan benefactoras, se han convertido en genios, no de la lámpara sino de las botellas.