En una mañana introspectiva
Quisiera entender, en medio del bullicio urbano,
el íntimo sentir del hombre adulto, aprisionado,
las relaciones entre el individuo y su historia,
las de la historia entre las patrias y la tribu…
los asesinatos por odio, colectivos, la enfermedad nacional,
los nazis de siempre, los Holocaustos, AUSCHWITZ-BIRKENAU…
Entender lo que siente ese individuo,
cuando ya está lejos de la escuela y el trabajo,
de la calle donde circulan los transportes y los transportados,
y muy cerca de sus pensamientos y lágrimas secretas,
sus introspecciones, las esperanzas programadas y
¡La falta de concreción de tanto!
¿Será así, como lo siento yo
cuando me analizo alejado de toda rutina y calma?
¿Será?
Hoy pienso en mi vecino que dice que me estima -cuando lo mismo, le indico-
en todos los “yo”, que aman los narcisos -yo incluido-
y en sus enormes oráculos espejos y trastos…
Y ahora… sentado en una esquina,
trato de entender al espacio que la sostiene
y no lo logro, obviamente.
Mas, en esencia, ¡Qué le importa al reino!
Y aun así lo pregunto, una y mil noches y una y mil veces,
y en las mañanas sombrías.