Ciencia, periodismo y política

Manolo ‘Gulliver’

Dr. Fernando García Alonso

Ha fallecido Manuel Domínguez Cascajero, librero de viejo que tenía su establecimiento llamado ‘Gulliver’ en la calle del León, por lo cual todos le conocíamos como Manolo ‘Gulliver’. Su segundo apellido de reminiscencias cervantinas, la mujer de Sancho se llamaba Teresa Cascajo, quizás determinó su temprana afición a los libros antiguos. Fui fiel cliente suyo durante muchos años, especialmente en las Ferias de Recoletos donde su caseta era siempre punto de referencia. Diferentes circunstancias hicieron que nuestras vidas se cruzaran.

Estuvo casado muchos años con Paula, viuda de Pedro Escartín, el que fuera un querido alumno mío en la Facultad de Medicina. Nieto del conocido árbitro de fútbol del mismo nombre, murió tempranamente en aquella epidemia de los 80 que acabó con tantos jóvenes. 

Fuimos compañeros de rodaje de la laureada película-documental de Carlos García-Alix titulada ‘El honor de las injurias’, en la que él hacía el papel de Felipe Sandoval, un asesino anarquista durante la Guerra Civil,  y yo el de un policía del Régimen. En una inolvidable escena situada en la comisaría de Almagro, rodada en un viejo caserón familiar de Daimiel, le propinaba una paliza para que delatara a otros delincuentes de su esfera. 

Manolo aparecía con relativa frecuencia en los ‘Diarios’ de Andrés Trapiello y, al igual que yo mismo, no salía siempre bien parado. Sin embargo, era un lector voraz de ellos y coleccionaba sus primeras ediciones. Durante el rodaje de la película vivió en nuestra finca rústica y revisó mi biblioteca de libros antiguos a la que calificó de ‘deficiente’, además de arrebatarme un tomo de los Diarios que reconoció como suyo. Se lo había prestado a Carlos García-Alix y este a mí. Manolo era vocacional, muy amigo del gran Abelardo Linares, profundo conocedor de la literatura y un excelente coleccionista de pintura. Su carácter hacía que no pasara nunca desapercibido y su amistad fue enriquecedora. Descanse en paz.