La Receta

Medicamentos que acaloran

Hay personas que creen que pasar calor es una cuestión subjetiva, y algo llevan de razón, porque se ven menos afectadas por el calor. Sin embargo, algunos medicamentos favorecen la sensación de calor, bien sea por afectar a los mecanismos de la termorregulación, o bien por dificultar o impedir la sudoración, que es mecanismo mas efectivo para sobrellevar el calor en verano: la producción y evaporación del sudor implica bajar la temperatura corporal por una cuestión puramente física, que es el origen de toda la tecnología de la refrigeración.

Medicamentos que acaloran - Dr. Enrique Granda

Acalorar es un verbo interesante en castellano porque presenta hasta seis acepciones que recoge el diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana de Caro y Cuervo. Dos de estas acepciones tienen que ver con dar o causar calor y también con encender o fatigar, mientras que el resto son metafóricas: fomentar, avivar, alentar o enardecer. Aquí, por supuesto, nos ceñimos a las primeras, que no son metafóricas. Un ejemplo de las primeras acepciones en el uso del participio del verbo, que recoge este diccionario se refiere a Cicerón citando a Azara, en su obra Vida de Cicerón: ‘Un día que Cicerón, acalorado de andar, pidió un vaso de agua para refrescarse, una multitud de amigos se le puso alrededor: hacéis bien, les dijo, de encubrirme, para que Cota no me censure porque bebo agua’. Vaya, al parecer era entonces un desdoro beber agua…

El calor y los medicamentos a menudo no combinan bien, especialmente en personas mayores o con comorbilidades. Algunos pacientes pueden estar tomando medicamentos que, sin saberlo, interfieren con su capacidad para manejar el calor extremo. Estos fármacos pueden afectar los mecanismos naturales de pérdida de calor o aumentar directamente la temperatura corporal.

Los principales mecanismos por los que ciertos medicamentos afectan la regulación de la temperatura incluyen la acción sobre la termorregulación central, controlada por el hipotálamo en el cerebro, la reducción de la capacidad de sudoración por efectos sobre mediadores neuronales o por la reducción del flujo sanguíneo cutáneo, y el incremento del metabolismo. 

Algunos medicamentos, como los antidepresivos y antipsicóticos con efecto serotoninérgico, pueden aumentar directamente la temperatura corporal. Estos fármacos favorecen la neurotransmisión mediada por la serotonina, lo que puede llevar a un incremento de la temperatura interna del cuerpo. Ejemplos de estos medicamentos incluyen la fluoxetina y la paroxetina.

Medicamentos que acaloran - Dr. Enrique Granda

Otros fármacos pueden alterar la termorregulación a nivel periférico reduciendo la capacidad de sudoración. Entre estos medicamentos se encuentran los antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina y la Imipramina; los antihistamínicos de primera generación, como la dexclorfeniramina y la doxilamina; y algunos antipsicóticos, como la quetiapina. Estos medicamentos pueden incrementar indirectamente la temperatura corporal y la sensación de calor al dificultar la sudoración, que es un mecanismo clave para la regulación de la temperatura.

Además, ciertos fármacos con efecto vasoconstrictor pueden reducir la capacidad de sudoración al disminuir el flujo sanguíneo cutáneo. Los triptanes, utilizados para tratar la migraña, como el sumatriptán y el rizatriptán, y los tratamientos para la congestión nasal, como la pseudoefedrina y la fenilefrina, también pueden afectar la termorregulación. Estos medicamentos reducen el flujo sanguíneo en la piel, dificultando la disipación del calor.

El consumo de alcohol tampoco es un buen aliado contra el calor, ya que produce vasodilatación; en cambio hay medicamentos que cuando resulta necesario su uso, porque tenemos fiebre, bajan la temperatura corporal y fuerzan la sudoración como el paracetamol o el ibuprofeno.

Conocer estos fármacos y sus efectos es vital para evitar problemas de salud en poblaciones vulnerables. La identificación de estos medicamentos permite tomar medidas preventivas, como ajustar la dosis, cambiar de medicamento, de acuerdo con nuestro médico, o implementar estrategias adicionales para mantenerse fresco, como beber mucha agua y evitar la exposición al sol durante las horas más calurosas del día, permaneciendo en lugares frescos y sombreados durante las horas pico del calor. Para los pacientes y cuidadores que toman estos medicamentos, es importante seguir algunos de estos consejos prácticos para manejar el calor.

En resumen, es fundamental ser conscientes de cómo ciertos medicamentos pueden afectar la capacidad del cuerpo para manejar el calor. Con la información adecuada y algunas precauciones simples, los pacientes pueden minimizar los riesgos asociados con la toma de medicamentos que interfieren con la termorregulación. La colaboración entre pacientes, cuidadores y profesionales de la salud es clave para gestionar eficazmente estos desafíos y proteger la salud en climas cálidos.