El Ministerio del Tiempo
No me resulta posible expresar hasta qué punto siento empatía por nuestro Ministro de Cultura, el Excelentísimo Sr. Urtasun, y por la magna tarea que se ha impuesto de descolonizar el Arte, los Museos, y todas esas manifestaciones burguesas, clasistas y expoliadoras de lo que algunos hasta dan en llamar “Bellas Artes”, y que no son otra cosa que pruebas demostrativas que ratifican lo que ya sabemos: que todo pasado fue peor.
Es por ello que me permito ofrecer una alternativa realmente revolucionaria de resolver el problema de la colonización que el Sr. Ministro trata de atacar, tanto literal como metafóricamente: solicitar que su Cartera ministerial no sea la de Cultura sino la del ya famoso “Ministerio del Tiempo”. Piensen conmigo por unos minutos: Contando con intrépidos comandos que se infiltrasen en momentos históricos clave, seríamos así capaces de eliminar “ab initio” todas esas situaciones que nos han conducido a los desastres actuales y que ahora no nos queda más bemoles que arrepentirnos, sentir vergüenza de nuestro pasado, y reparar -pagando claro-.
Así por ejemplo, un par de agentes decididos podrían infiltrarse en el Palacio de Herodes y chivarse donde se escondía el niño Jesús, con lo que nos evitaríamos todas esas obras supersticiosas y decadentes que pueblan museos como el del Prado: La Adoración de Rubens, el Cristo de Velázquez o la Inmaculada de Murillo desaparecerían de sus paredes tras la intervención de nuestros agentes, como Michael J. Fox se borraba de su foto de familia en Regreso al Futuro.
También podríamos enviar algún terraplanista, de los que sin duda el Sr. Ministro no tendría dificultades de encontrar en su Partido, al campamento de Santa Fe en Granada para disuadir a Isabel la Católica (otro nombrecito a revisar) de financiar al marino genovés, convenciéndola de que como muy bien reflejaba la cartografía medieval, tras la Mar Océana la zona estaba prohibida: “más allá dragones”.
Y así, desde el Ministerio del Tiempo y con misiones muy selectivas, Su Excelencia podría resolver con precisión quirúrgica los acontecimientos que nos han traído consecuencias tan indeseables como las que el Sr. Ministro percibe, constituyendo auténticos quebraderos de cabeza para los hombres y mujeres verdaderamente progresistas y progresistos. Imagine, como diría John Lennon, que nos ocupáramos de Covadonga: ahora ganan Tarik y Muza. Luego de Jaime I: Valencia queda a salvo, lo mismo que Córdoba y Sevilla si nos ocupamos de Fernando III, y así con todo: de Felipe V y la guerra de Sucesión, del 2 de mayo, hasta del franquista Almirante Cervera como sagazmente descubrió la ex-Alcaldesa de Barcelona y miembra de la coalición del Sr. Urtasun. Una pena que Deportes ya no forme parte de la cartera de Cultura, ¡me hubiera ofrecido voluntario para ir en la misión de sellar quinielas antes de que se jugasen los partidos!
Triiing, Triiing, Triiing: cielos el despertador, son las 7 de la mañana. Que mal he dormido, he tenido una pesadilla atroz sobre que si un Ministro del Gobierno quería desmontar el Arte, la Cultura y lo que representan de la Historia de España y del legado de mis mayores. ¡Menos mal que ya estoy despierto y estas cosas no pasan en la vida real!