Línea 6: Historias circulares

Mr. Goose

Mr. Goose es un peluche como cualquier otro, pero sin ser un peluche más. Al menos eso parece ante la atenta mirada de Alba, que lo considera algo así como un amigo. Mr. Goose es un ganso que en lugar de plumas está revestido por telas de algodón. Y no por ello es menos real. No grazna y, sin embargo, Alba me comenta que a veces habla y dice cosas interesantes como que algún día tendrá que irse, como todas las personas y seres de este mundo se acaban yendo. 

—¿De verdad dice eso?

—Sí. Lo dice mientras vemos películas en el salón de casa. 

—¿Y qué más dice?

—Que algún día creceré y entonces sabré de verdad lo que es la vida.

Mr. Goose se sienta a la derecha. Alba vuelve todos los días del colegio y se monta en el metro junto a su esponjoso amigo. Le pregunto por sus padres y me quedo asombrado por la facilidad con la que se mueve por la capital una niña de nueve años.

—Papá no tiene tiempo porque trabaja mucho y mamá… Mamá se acabó yendo. Pero no pasa nada porque tengo a Mr. Goose.

Mr. Goose agarra la mano de Alba tanto como un peluche puede hacerlo: con suavidad y sin juzgar. Porque el algodón, hasta la fecha, no pone en duda todo lo que Alba pueda pensar o soñar. 

—¿Qué películas le gustan a Mr. Goose?

—Las que acaban bien.

—¿Cuáles son esas?

—Las que tienen un final feliz y todos comen perdices. Aunque a Mr. Goose no le gustan las perdices sino los insectos. 

Un chico se acerca y le pide a Mr. Goose si se puede sentar. Está muy cansado de tanto trabajar y le quedan ocho paradas. Mr. Goose se sienta en el regazo de Alba. Parece que quiere abrazarla, pero no sabe cómo. Tiene la mirada perdida y un ojo agrietado. 

—Fue papá. Lo hizo sin querer. A Mr. Goose no le importa porque puede ver lo que yo veo.

—¿Y cómo hace eso?

—Le describo todo. La escuela, las clases y a la señorita Caty. A Mr. Goose no le gustan las clases de inglés, pero sí la señorita Caty.

Alba no tiene necesidad de pantallas. Se calma con el plumaje artificial que agarra con fuerza, como si fuera a desprenderse de este mundo. Esta noche verán una película que se llama Patos. Patos que huyen de garzas. Presas que huyen del cazador. Seguramente papá encienda el televisor y se vaya. Y entonces Mr. Goose diga que algún día Alba crecerá y seguirá siendo la misma, pero más alta y con las orejas más grandes. Tal vez diga que acabará yéndose porque eso es lo que hacen las personas y, sobre todo, los hijos. Los hijos siempre se van del nido y solo vuelven cuando es demasiado tarde. 

El metro llega a Lago y Alba se baja. Antes me ha dicho que a Mr. Goose le gusta el lago y que el camino es agradable. Que hoy cenarán pizza y mañana volverán a las clases de Caty en las que Mr. Goose se olvida de todo.