Desde el otro lado

Una reforma en la Organización de Estados Americanos

Desde este lado del Océano Atlántico tenemos muchos organismos regionales dentro de los cuales el más importante es la Organización de Estados Americanos (OEA), pero en la medida que el tiempo ha ido pasando sus estructuras han quedado un poco anquilosadas denotando falta de paridad y de rotación.

La OEA fue creada en 1948 cuando se suscribió en Bogotá, Colombia, su Carta Constitutiva, creándose el foro político de los Estados de las Américas. Este es el principal escenario de diálogo y encuentro de todos los países del Hemisferio.

Este organismo nació a 5 cuadras del edificio Agustín Nieto sobre la carrera séptima de Bogotá, donde cayó asesinado, el 9 de abril de 1948, el líder liberal colombiano Jorge Eliécer Gaitán, lo que provocó “El Bogotazo”.

Bogotá enardeció y cogió “candela” por las cuatro esquinas, generándose un caos en toda la ciudad. Los que presenciaron el evento identificaron y persiguieron a Juan Roa Sierra como autor del hecho. La multitud lo alcanzó en la droguería que se escondió y lo golpeó hasta matarlo, arrastrando su cadáver hasta las escalinatas del Capitolio Nacional donde lo dejaron. 

En medio de aquel caos se continuó la celebración de la Novena Conferencia Panamericana fundándose la OEA. 

A los 76 años de su existencia, el cargo de secretario general, que es el más alto funcionario administrativo de la Organización, solo ha sido ejercido por hombres.   

Hace apenas unos días el canciller dominicano Roberto Álvarez en su comparecencia ante la 54 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), celebrada en Asunción, Paraguay, planteó una interesante posición sobre promover la paridad de género y la rotación geográfica en la titularidad de la Secretaría General del organismo.  

La propuesta dominicana favorece un proceso de selección más abierto e inclusivo: una ¨paridad de género”, como ocurre en otros organismos internacionales. “El inicio de un reequilibrio hacia la paridad de género para reflejar verdaderamente la diversidad y los valores de nuestras naciones”.

Pero estas medidas solo pueden llegar hasta cierto punto, ya que son los gobiernos los que nominan y nombran a los candidatos. En ellos está la posibilidad de presentación de los aspirantes.  

Por otra parte, lo más extraño ha sido, quizás por mera coincidencia, ya que recordamos la posibilidad real que tuvo el ex canciller dominicano Víctor Gómez Bergés en 1975 para ocupar este cargo, que solo suramericanos han sido escogidos para esa posición, salvo dos excepciones: la primera por un interinato por motivos de fuerza mayor de 7 meses en que asumió el norteamericano Luigi R. Einaudi, desde el 15 de octubre de 2004 al 28 de mayo de 2005; y la segunda el mandato de solo un mes del costarricense Miguel Ángel Rodríguez, desde el 15 de septiembre al 15 de octubre de 2004. 

Estas propuestas dominicanas fueron solo dos de los puntos tratados por el canciller Álvarez en su rica y diversa disertación, los cuales dan pie a la necesidad de una reorganización interna de la OEA que haga más equitativa la dirección del organismo, con una efectiva rotación para no siempre beneficiar a los mismos, y hacer así más democrático el organismo donde están representadas todas las naciones americanas. Indudablemente, es el momento de considerar esa reforma.