Volver a Portugal, siempre
He venido a participar en un congreso muy interesante. Muestro aquí su cartel, y el marco de temas en los que se desenvuelven sus organizadores, los profesores de universidad Gerardo Vidal y Martín Gómez-Ullate, entre otros muchos colaboradores que entregan generosamente su esfuerzo.
“El congreso se enmarca en la Red Internacional de Pueblos de Aprendizaje, una red coordinada por tres asociaciones que trabajan en la gestión cultural y dinamización de la ciudadanía en espacios rurales con retos demográficos: la asociación VerdeMente en Extremadura, la Asociación de Historia y Arqueología de Sabrosa (AHAS) en la región portuguesa de Tràs-os-Montes (Portugal) en pequeñas aldeas que han sido cuna de grandes personas como Miguel Torga o Magallanes, y la asociación Polygonal en Cori, que trabajan incansables por la gestión del patrimonio cultural de este pueblo de la región del Lazio en Italia.
La Red Internacional de Pueblos de Aprendizaje (LVIN por sus siglas en Inglés) trabaja en proyectos en el marco del programa Ciudadanía, Derechos y Valores Europeos (CERV) gestionando, salvaguardando y dinamizando el patrimonio cultural con acciones tan variopintas como la reconstrucción virtual de ermitas, castillos o espadas celtas, recreaciones históricas, promoción de la internacionalización de festivales, promoción de toque manual de campanas, hermanamiento de pueblos, organización de congresos y cursos.
Un cúmulo de acciones y eventos que se pueden seguir en su página web (https://learningvillages.eu/) y que serán presentadas a los Premios de Europa Nostra y de la Nueva Bauhaus Europea”.
Por mi parte, además del compromiso académico, siempre queda tiempo para el despegue del alma lírica en Portugal.
Este país tierno, musgoso, viñateiro, con su magnífico Douro.
Y por siempre, Lisboa, la ciudad melancólica. Junio, el mes más verdeante, más esperanzado del año, compete a la lírica, compete a Portugal.