Accesibilidad

El Ayuntamiento estudiará implantar bucles magnéticos en las escuelas infantiles municipales

Señal de bucle magnético en la Catedral de La Almudena en Madrid - Foto de Jorge Villa/Servimedia
Tras una petición de la concejala de Vox Carla Toscano en la Comisión permanente de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Pleno municipal.

El bucle magnético es una ayuda tecnológica para personas sordas que utilizan prótesis auditivas. Les facilita una escucha clara del entorno para percibirlo sin problemas, además puede eliminar la reverberación, el ruido ambiente de fondo y el problema de la distancia entre el emisor y el receptor.

Toscano afirmó este lunes en la Comisión que en España hay más de 1.200.000 personas sordas, de las cuales 3.400 son niños de entre dos y cinco años. “Con la tasa de natalidad vigente, cada año hay 1.890 nuevas familias que tienen un hijo con sordera”, añadió.

Asimismo, relató que la “audición es la vía principal a través de la cual se desarrolla el lenguaje y el habla”. La edil de Vox en su intervención argumentó que el modelo al que deben aspirar las escuelas infantiles municipales de Madrid es el de la "escuela inclusiva" y que las mejoras tecnológicas como los audífonos digitales o los implantes cocleares permiten que las personas con pérdida auditiva "obtengan resultados extraordinarios en la adquisición y utilización del lenguaje”.

Toscano valoró que además de "una correcta formación del profesorado", es necesario que haya un espacio "sin un ruido ambiental que dificulte o impida la comunicación", algo muy complicado en las aulas infantiles, por lo que el bucle magnético es una buena solución porque "mejora la calidad de la transmisión" y dependiendo del tipo de bucle, tiene "gran alcance" y pueden sumarse "un número ilimitado de usuarios simultáneamente".

La coordinadora general de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, Raquel Muros, replicó a la petición de Vox y explicó que el bucle "tiene resultados considerablemente favorables" y por eso se ha implantado en algunos servicios del Ayuntamiento. No obstante, esgrimió que desde el Área no han encontrado hasta la fecha "ningún estudio que garantice su efectividad en las escuelas infantiles".

Estos dispositivos, según la coordinadora, están diseñados para un espacio de entre 12 y 70 metros cuadrados y funcionan en espacios con una contaminación acústica "constante", mientras que en las escuelas infantiles "ni es constante ni continúo" sino que es "disruptivo" y alcanza picos altos de volumen. También recordó que la comunicación en estas escuelas es directa e individualizada porque son niños de 0 a 3 años.

En cualquier caso, recordó que este sistema está en "todos los edificios adscritos al Área de Políticas Sociales" y en "las oficinas de atención a la ciudadanía, de la agencia tributaria y de información turística" y zanjó que los servicios técnicos y la unidad de atención temprana harán los estudios pertinentes para valorar su instalación. "Seguiremos estudiando el ruego y si consideramos que esto mejora la calidad de vida de las personas con discapacidad auditiva procederemos a su instalación".