La consejera de Sanidad, Fátima Matute, hizo este anuncio durante una visita al centro con motivo del Día Mundial contra esta enfermedad.
Las aproximadamente 6.000 pruebas anuales realizadas en el hospital aumentarán a 15.000, gracias a la ampliación de la oferta de citas: se agregarán 50 más de lunes a viernes y 100 los sábados durante todo el día. Matute destacó que esta medida busca hacer que la sanidad sea más cercana y accesible, facilitando el acceso en horarios distintos a los de la jornada laboral y otras actividades, lo que favorece la conciliación de la vida de la mujer con la prevención de la enfermedad.
En 2023, se llevaron a cabo 230.000 mamografías, incluidas las pruebas complementarias, en toda la red asistencial del SERMAS, lo que representa un aumento de más del 15% en comparación con el año anterior. Este esfuerzo contribuye a mejorar la supervivencia de las pacientes, que es del 98% en las fases iniciales del cáncer, mientras que en las fases más avanzadas desciende al 24%.
Además del Ramón y Cajal, otros ocho hospitales públicos en Madrid ofrecen este servicio durante los fines de semana: La Princesa, en la capital; el Centro de Especialidades Francisco Díaz, dependiente del Príncipe de Asturias en Alcalá de Henares; Universitario de Torrejón; Henares en Coslada; Puerta de Hierro Majadahonda; Infanta Elena en Valdemoro; Rey Juan Carlos en Móstoles y General de Villalba. En breve, se sumarán el Clínico San Carlos y 12 de Octubre, también en Madrid.
Todas las citas diagnósticas, gestionadas por la Oficina Regional de Coordinación Oncológica de la Consejería de Sanidad, son accesibles para las mujeres a través de la Tarjeta Sanitaria Virtual, donde pueden tramitar directamente la consulta según su prioridad, o mediante la invitación tradicional enviada por correo postal.
La mejora en el acceso, la implementación de nuevos horarios y días, junto con la concienciación sobre la importancia de someterse a este tipo de cribados, ha permitido aumentar el número de pruebas realizadas, facilitando así el diagnóstico en etapas iniciales. Esto contribuye a disminuir la mortalidad entre un 25% y un 31%, según los últimos estudios científicos publicados.
Los hábitos de vida saludable
Los hábitos de vida saludables pueden reducir el riesgo de enfermedades oncológicas y otras patologías crónicas. Por ello, se recomienda evitar el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias tóxicas, así como mantener una dieta equilibrada que incluya cereales, legumbres y frutas, limitando el consumo de alimentos hipercalóricos y el exceso de sal.
Además, es fundamental seguir las campañas de vacunación, participar en programas de cribado, protegerse del sol y realizar actividad física adecuada según las circunstancias personales, evitando en la medida de lo posible el sedentarismo.
