Stefania Di Leo nació en Messina en 1975 y vive en Nápoles (Italia). Es profesora de lengua y cultura, actualmente es Traductora internacional de poetas españoles, italianos, portugueses y franceses contemporáneos. Colabora con revistas culturales e internacionales, como Crear en Salamanca, Oresteia, Papeles El martes, Altazor. Ha ganado varios premios de poesía –Sarmiento (Valladolid, 2010), Premio Peñaranda de Bracamonte (Salamanca, 2016), 31 Festival Internacional de Poesía Medellín (2021), Laurel Poético en Granada (2022)... – y realizó conferencias sobre Federico García Lorca, Isabel Allende, Ernesto Cardenal, María Zambrano y Alfonso Reyes en El Instituto Cervantes de Nápoles y en Radio México. Ha publicado varios libros de poesía, entre ellos Rosas azules sobre el tomillo perfumado Valladolid (España, 2011), Donde tuve tus labios (Miami, 2020), Uma só solidão (Brasil, 2020), Así brilla el silencio, con Álvaro Alves de Faria (Brasil, 2020), Hablemos hasta que se apague la luz, con prólogo de Nuno Judice (2023), Ocultando el olvido Antonio Oxeda (México, 2022), Lo que sueño y olvido, con prólogo de Antonio Colinas,(Granada, 2023 Granada). Premio Internacional para la Paz y la Difusión Cultural, Nápoles (2023). Premio ex aequo de Ferraris de poesía en lengua extranjera, Premio a la excelencia en la ciudad de Quirinale Galateo Roma (2023). Premio Divinamente Donna Senado de la República Roma (2024) Su poesía, titulada La poesía de la justicia, fue publicada en 2021 en la Universidad Federico II de Nápoles. En junio de 2024 gana el Premio Excelencia a la Cultura Cygnus Aureus.
¿Cómo describirías tu espíritu creador?
Mi espíritu creador está estimulado por el anhelo social de justicia y está movido por el deseo de diálogo intercultural y mistérico.
A propósito del espíritu creador, abrazo totalmente la filosofía hegeliana. Una de las grandes rupturas que Hegel hizo frente a la tradición con su filosofía del arte consistió precisamente en rechazar la imitación de la naturaleza.(consideración que se había consolidado en la antigüedad con Aristóteles). Mi espíritu cumple con emociones y sentimientos, me sorprende a través de palabras libres, por otro lado reflexiona, y medita. También es imprescindible el toque emotivo, inconsciente. El poema necesita de la parte lógica, racional y técnica para ser forma. Para mí, el poema es un ejercicio del espíritu creador que capta el misterio de mi ser: me siento dueña de mi espíritu, y estoy cierta del libre movimiento, del armónico cambio en el que mi espíritu está inclinado a reproducirse en sí mismo y en otros; de sus poéticos modos de inferencia. En cierta medida me siento heredera de las enseñanzas de Hölderlin.
¿Qué mensaje esperas transmitir a través de tu palabra?
A través de la palabra es importante que el lector perciba mi manera de soñar, de elevarme a otras realidades ligadas al ámbito de lo sensible y de la imaginación.
La actual realidad histórica y socioeconómica nos aplasta; entonces, es necesario construir otra realidad en nuestra imaginación, para disfrutar de la Belleza.
A través de la palabra poética sueño, imagino, y el mensaje que espero transmitir es catártico, el mensaje poético tiene una estrecha conexión entre nuestro ego y nuestro inconsciente, entre la experiencia vivida y la imaginación. A través de mi palabra quiero transmitir símbolos universales, elementos inconscientes del sueño. Las metáforas que suelen estar en mis versos están formadas por elementos como el agua, el fuego, la naturaleza y los símbolos espirituales.
Mis poemas son el reflejo de mi experiencia individual proyectada en la experiencia universal. Los hombres, no somos seres estáticos, renacemos a través del amor que es una condición humana de expansión infinita de la conciencia, y por lo tanto renacemos en cada momento, a través de elementos que nos purifican y renuevan nuestras energías. Silenciosamente, la poesía se convierte en arma inobservada y clara, en instrumento polifacético y cambiante. El mensaje que deseo transmitir es sobre todo un mensaje moderno de paz, igualdad y defensa de los derechos humanos.
¿Qué papel juega la emoción en tu proceso creativo?
A veces intento encontrar la salvación por medio de la palabra, me suelo relacionar de forma transparente con la verdad. La emoción juega un papel fundamental para la creación de mis versos. Las emociones actúan como catalizador, inspirándome y motivándome a explorar nuevas ideas y expresiones, y son la energía detrás de la creatividad, impulsan mi necesidad de comunicar. Los sentimientos también están presentes y tienen un papel clave en los procesos de creatividad e innovación. La creatividad basada en las emociones comprende propuestas creativas desde mi experiencia previa y vital, mi personalidad y mi forma de sentir e interpretar las emociones.
¿Cómo percibes el mundo a través de tus ojos críticos?
Mi percepción del mundo es espiritual. Crítico y juzgo cada forma de guerra, de lucha y de poder. Lucho para la paz y la igualdad de los seres humanos y eso es posible a través de la palabra. Percibir es un proceso complejo y elaborado que implica un componente emocional y que habla mucho de nuestro mundo interior, de cómo interpretamos lo que pasa y de cómo nos vemos a nosotras mismas.
Mi escritura poética transita entre el silencio y la nostalgia que se trenzan sin previo aviso, y el amor que estalla para des consagrar los olvidos, anotando tempestades y sosiegos. Los sueños en marcha, la música del espacio que se abotonan al sentimiento y al pensamiento delante de mis ojos.
Mis versos representan para mi una tabla de salvación, en un mundo anclado bajo el cielo de esta vida.
¿Qué aspectos de la sociedad te provocan una respuesta creativa?
Todos los aspectos. Me inspira todo lo que me rodea. Desde los conflictos, las guerras, la paz, el amor, el problema climático, el misterio de la muerte, la poesía, el agua. Mis poemas surgen de la observación del mundo, de una profunda reflexión del yo. Encuentro raíces en un poeta muy importante para mi formación cultural que es Federico García Lorca.
Mis versos son el reflejo de mi experiencia individual proyectada en la experiencia universal. Mudamos en cada momento, no somos seres estáticos, renacemos a través del amor que es una condición humana de expansión infinita de la conciencia, a través de elementos que nos purifican y renuevan nuestras energías. Para mí el agua representa el movimiento continuo que es la vida.