Y así es, preparamos el petate para irnos de vacaciones y muchas veces nos olvidamos del cepillo, de la seda dental y del colutorio que nos recomendó nuestro odontólogo. Nuestros dientes también necesitan su rutina diaria aunque estemos en periodo estival, y me atrevería a decir que es una fecha en la que más cuidado dental necesitamos, porque nuestros hábitos alimenticios cambian y estamos más despreocupados.
Es muy común volver de vacaciones y que nos moleste algún diente. Esto suele ser debido a que descuidamos la higiene, estamos picoteando continuamente, tomamos más bebidas carbonatadas de lo habitual y el cepillado se pospone o incluso no nos cepillamos. Según la Academia Europea de Estética Dental, el índice de incidencia de caries se triplica durante las vacaciones.
Pero esto tiene remedio. Puedes llevar un kit de viaje pequeño con un cepillo, pasta e interdentales. No cuesta nada cepillarse y evitamos que proliferen las bacterias que nos producen las caries y la inflamación de las encías. Si vamos a estar comiendo fuera de casa, podemos pedir de postre un yogur o queso que neutraliza el pH de la saliva y evita que se dé un escenario perfecto para el Streptococcus mutans, que es el que origina la caries.
Otro dato curioso que seguramente desconocías es que el contacto del cloro de la piscina con nuestros dientes hace que aumente la acumulación de sarro, y también que se produzca erosión dental, esto es debido a que el ph del agua de la piscina es más bajo por lo tanto más ácido, por eso es muy importante el cepillado después de un largo día de piscina y muchos chapuzones. La sensibilidad dental en épocas de descanso también tiene un papel principal, ya que en estas fechas tomamos más bebidas y alimentos fríos que pueden hacer que nos molesten más los dientes y se nos “calen”. Si los evitamos en la medida de lo posible, nos libraremos de esas engorrosas molestias.
Y no hay que olvidarse de beber mucha agua, con estos calores, perdemos gran cantidad de agua, y nos puede producir sequedad bucal. La saliva tiene una función “autolimpiadora” y al reducirse la cantidad de saliva hace que esa función quede limitada.
Y sin más dilaciones ¡Disfruten del verano!
