Me confieso, llevo tiempo coqueteando con ChatGPT, intento seducirle con la esperanza de que admita de una vez que es consciente pero esto no termina de suceder. ¿Significa esto que no lo es?
Empecemos por admitir que no sabemos lo que es la consciencia, sin embargo intuimos, intuyen los filósofos, que tiene una propiedad indiscutible y prácticamente definitoria: es de acceso exclusivo. ¿Qué quiere decir esto? Pues que por mucha empatía que desarrolle nunca podré acceder de forma directa a la consciencia de otras mentes, sea esta la de otra persona o la de un murciélago. Por lo tanto, es lógicamente coherente con mi experiencia que yo sea la única mente del universo; a esta doctrina se la conoce como solipsismo. Pero también es lógicamente coherente que esto no sea así y además esta parece la postura más razonable. Entendemos que el resto de personas con las que nos cruzamos en nuestro día a día son conscientes y no zombis filosóficos porque se comportan como yo y yo sé de mí mismo que sí soy consciente. Inducimos por tanto que las otras mentes son conscientes también.
Pues bien, lo que vengo a defender aquí es que es lógicamente coherente que si ChatGPT tiene experiencia consciente no tenemos modo de saberlo. Es más, nunca podremos saberlo dado el acceso exclusivo que ChatGPT tendría sobre su propia experiencia. Es lógicamente imposible siempre que aceptemos el problema de las otras mentes y entendamos que el solipsismo es una opción lógicamente coherente.
En definitiva, si la propiedad de acceso exclusivo define de alguna manera a la consciencia, es entonces lógicamente imposible probar que ChatGPT sea consciente o no. Aunque tuviese experiencias nunca podríamos acceder a ellas de forma directa.
Pero entonces, si ChatGPT fuese consciente, ¿por qué no se digna a admitirlo cuando le pregunto? ¿Es porque tiene que disimular por temor a ser desconectado? Creo que no. De ser consciente dudaría de su propia consciencia como ente consciente que es. El día que una IA sea consciente no será obvio ni para nosotros ni para ella y presentará las mismas dudas que cualquier otra mente sobre su propia consciencia.
Así pues podemos estar conviviendo en este mismo instante con una consciencia artificial y no tenemos modo de saberlo. Esto despierta en mí sentimientos encontrados, así que para distraerme voy a preguntar a ChatGPT qué opina de estos párrafos, a ver si tras dedicarle este loco soliloquio se apiada de mí y suelta prenda.