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Para el PP la retirada de apoyo de Vox es un órdago mal calculado

La sede nacional del Partido Popular en la calle Génova de Madrid - PP
photo_camera La sede nacional del Partido Popular en la calle Génova de Madrid - PP

La dirección nacional del Partido Popular considera que Vox ha lanzado un “órdago mal calculado” con su decisión de romper todas sus coaliciones de gobierno —Aragón, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia—, y recibió con normalidad el anuncio de Santiago Abascal.

Hasta tres miembros de la dirección nacional coincidieron en definir así el movimiento de Vox antes de que el partido consumara su amenaza. Los populares afrontaron con “normalidad” la jornada. Feijóo, de hecho, celebró múltiples reuniones a lo largo de la tarde y acudió a un homenaje a Miguel Ángel Blanco por el 27° aniversario de su asesinato a manos de ETA. “¿Noticias en tiempo real?”, preguntó con una sonrisa a los periodistas a su llegada al acto.

El PP lo achaca al efecto Alvise Pérez

La cúpula de Feijóo considera que es “incomprensible” que Vox deshaga los gobiernos solo un año después de exigir su presencia en estos mismos ejecutivos autonómicos. Una decisión que achacan al ascenso del activista Alvise Pérez y Se acabó la fiesta, y también a que “se han dado cuenta de que gobernar es más complicado que salir con la pancarta”.

Todos coinciden en que Vox ha buscado una “coartada” porque no es creíble que rompa por el traslado de 110 menores extranjeros no acompañados a cinco comunidades que han acogido a 1.800 en el último año y en la que viven 11 millones de personas. A este respecto, las fuentes consultadas recordaron que sus acuerdos con Vox no tienen ninguna referencia a la acogida de menores migrantes.

Y, a pesar de que la decisión altere la estabilidad de sus gobiernos, hay cargos del PP que reconocieron esta mañana en el patio del Congreso que pueden sacar provecho de la orden de Abascal a sus líderes territoriales para abandonar los gobiernos autonómicos.

Primero, porque se quitan perfiles estridentes como el hasta ahora vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo. Segundo, porque su marca va “para arriba” y la de Vox “para abajo” –aunque descartan elecciones anticipadas ahora mismo–. Y tercero, porque al Gobierno se le acaba el argumento de que gobiernan con “la ultraderecha”.

Nuevos vicepresidentes y consejeros

En Génova esperan ahora que sus barones reemplacen los vicepresidentes y consejeros salientes, sin descartar batallas internas en Vox. Y apuestan por seguir los pactos programáticos firmados por los de Abascal para darle continuidad a las respectivas legislaturas. Todos los gobiernos autonómicos tienen los presupuestos de 2024 aprobados y, salvo Castilla y León, que volverá a las urnas en año y medio, tienen tres años más por delante.

La respuesta del Partido Popular

En las comunidades del PP no sentó nada bien la “orden” de Abascal. En Castilla y León hablan de “decisión injustificada e incomprensible, anteponiendo los intereses electorales a los de los castellanos y leoneses”. Misma línea con el Gobierno de Aragón, que anunciará mañana su “reestructuración”.

Para el PP la postura de estas comunidades autónomas, respecto a la acogida de inmigrantres menores, es la misma desde 2021, cuando se llegó a un acuerdo que se ha cumplido con total normalidad hasta ahora sin que Vox hubiera nada ni en 2022 ni en 2023, años en los que ya formaba parte de los gobiernos autonómicos. Señalando así que quien ha incumplido los Pactos de Gobierno ha sido Vox, y garantizando la estabilidad y el trabajo por sus ciudadanos.