Cataluña

Puigdemont asegura que su “obligación” es “ir al Parlament si hay debate de investidura”

Así lo indicó Puigdemont durante su intervención en el acto del cuatro aniversario de la fundación de Junts que se está celebrando en la localidad francesa de Banys i Palaldà
Carles Puigdemont interviene en el acto de celebración del cuarto aniversario de la fundación de Junts - Foto de Junts
photo_camera Carles Puigdemont interviene en el acto de celebración del cuarto aniversario de la fundación de Junts - Foto de Junts

El expresidente catalán y diputado de Junts, Carles Puigdemont, aseguró este sábado que su “obligación” es ir al Parlament de Cataluña “si hay debate de investidura”, aunque sea del líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, y garantizó que “solo un golpe de Estado” le impedirá estar allí.

Así lo indicó Puigdemont durante su intervención en el acto del cuatro aniversario de la fundación de Junts que se está celebrando en la localidad francesa de Banys i Palaldà, un encuentro en el que los miembros de este partido están arropando al expresidente catalán, quien todavía no puede regresar a Cataluña al no habérsele aplicado la ley de amnistía.

Recordó que tanto él como Toni Comín y Lluís Puig llevan casi siete año “en el exilio” y deploró que los jueces quieren “sustituir” la imagen de su regreso como “hombres libres”, por la que llevan “siete años buscando”, a la “de nuestro encarcelamiento”. De hecho, explicó que algunas personas le expresaron su preocupación por la posibilidad de que le encarcelen si vuelve.

Al respecto, apuntó que así como su decisión de ir “al exilio” no fue “personal” sino “política”, su regreso a Cataluña “no será una decisión personal, sino política y nadie se lo podrá impedir”. Aseguró que “no habrá más campañas electorales en el exilio”, las próximas campañas electorales “serán allí y yo estaré, le pese a quien le pese”.

A su vez, Puigdemont incidió en que los jueces tienen “el deber de aplicar” la ley de amnistía y cuando no la aplican “están cometiendo un delito”. Sobre ello, esperó que el fiscal general del Estado “persiga este delito” y que las autoridades “eviten lo que sería una detención ilegal, arbitraria” en su regreso a Cataluña.

Illa "más próximo" a Borrel 

Ante 2.200 personas, según datos de los organizadores, Puigdemont denunció que hay una “amenaza real” de un gobierno catalán presidido por “la versión más españolista del PSC”, refiriéndose a Illa, “mucho más próximo al que representa Josep Borrell” que a lo que representaba “José Montilla” y en las “antípodas de lo que representaba el presidente Maragall”.

Quiso saber si la gente había escuchado a Illa decir “alguna cosa” de lo “mal” que funciona Rodalies, o de las cifras publicadas estos días de por qué “el Estado invierte más del doble de lo que presupuesta en Madrid y menos de la mitad de lo que presupuesta en Cataluña” y que “año tras año los catalanes valemos mucho menos que muchos españoles”.

“¿Le habéis escuchado decir alguna vez alguna cosa que verdaderamente preocupa a los ciudadanos de Cataluña? No”, declaró Puigdemont, preguntando quién defenderá delante de Madrid a los ocho millones de catalanes. “Los únicos que lo hemos hecho somos nosotros”, puso en valor.

“’La toga nostra"

Especificó que por un lado está la “amenaza”, la de Illa como presidente de Cataluña, y por el otro, está el “desafío de la democracia que representa la actitud de rebelión del Tribunal Supremo al negarse” a aplicar “una ley aprobada por un Parlamento” y dan a la política española “unos aires de golpe de Estado que se empiezan a percibir en todos lados”.

“Antes estaban los Tejero, los Milans del Bosch, Armada y podíamos ver visualmente como perpetraban un golpe de Estado, pero querían lo mismo que quieren los de ‘La Toga Nostra’, y es que un parlamento no pueda tomar decisiones, sobre todo, que no pueda tomar decisiones que no le gustan”, añadió.

Cuando las decisiones “no le gustan”, continuó, “salen ellos, con tricornio y metralleta” y los otros “con toga y puñetas” porque su “devoción patriótica pasa por delante de su obligación democrática”. Esta situación, declaró, “nos pone a prueba a todos” y “nos apelará a cada uno de nosotros” y “nos tenemos que preparar y rearmar” para “confrontar este desafío grave”.

A su vez, deploró que ante esta “rebelión de los jueces” todo lo que se escucha decir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “es relacionado con su mujer”, pero cuando los jueces “se niegan a aplicar una ley aprobada por el Parlament” no dicen “nada”, “se van de vacaciones” porque “esto es problema nuestro”. “Nos tendremos que defender”, concluyó.