La ortopedia comúnmente la asociamos a los pies, plantillas, zapatos… pero abarca mucho más que el campo de los pies. La RAE la define como “el arte de corregir o de evitar las deformidades del cuerpo humano, por medio de ciertos aparatos o de ejercicios corporales”
La ortopedia dental, es una especialidad dentro de la odontología que se encarga de guiar, estudiar y corregir el desarrollo de la estructura óseo facial y su crecimiento. En concreto, en la ortodoncia utilizamos mucho la ortopedia y cada día estoy más enamorada de ella.
Acuden muchos niños a mi consulta con discrepancia en los maxilares, es decir, su mandíbula y su maxilar son de diferentes tamaños y hay que hacer que cuadren. Siempre pongo el mismo ejemplo, la boca es como una caja, la mandíbula es la caja y el maxilar es la tapa. Dicha tapa tiene que cubrir por ambos lados y por delante como una caja de cartón con su tapa. El tratamiento ortopédico es súper sencillo, no suele llegar al año de tratamiento y cambia la vida de nuestros niños de una manera asombrosa.
Hay muchos niños, que la discrepancia de sus maxilares hace que las vías respiratorias estén disminuidas, son niños que no se concentran en clase, que están cansados, tienen ojeras, roncan, un perfil característico inconfundible. La mayoría de ellos, una vez que finalizamos el tratamiento ortopédico, desarrollan un cambio espectacular, y los padres me dicen que el niño ha mejorado en sus estudios, no es que el aparato ortopédico le de inteligencia a su hijo, no estaría pagado, es que el niño empieza a respirar mejor, y con ello descansa mejor y su poder de concentración aumenta.
Quiero hacer una aclaración respecto a la ortodoncia y la ortopedia, esta última lo que hace es modificar el hueso, por eso dependiendo del caso, se coloca en niños que todavía tienen su dentición de leche, y la ortodoncia como tal se coloca en niños y adolescentes que ya tiene sus dientes definitivos.
Por eso quiero que entiendan que es muy importante el diagnóstico precoz y la ortopedia, y que cuando acudan a su dentista y el niño tenga dientecitos de leche y les comente la idea de colocar un aparato, abran su mente y no piensen que como todavía nuestro hijo tiene dientes de leche no hay que ponérselo, sino que lo que su ortodoncista les está proponiendo es un tratamiento que modificará el crecimiento esquelético de su hijo.
Estos tratamientos ortopédicos no modifican los dientes, es decir, si una vez que finalicemos el tratamiento, a su hijo le erupcionan los dientes “torcidos” habrá que plantearnos un tratamiento de ortodoncia, ni el tratamiento ortopédico se los ha torcido, ni tampoco se los enderezará, para corregir los dientes como tal necesitamos ortodoncia.
