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Bravura sobre ruedas

Hasta las industrias automovilísticas se han inspirado en algunas ocasiones en el mundo taurino, este es el caso de la empresa Lamborghini, la cual diseñó uno de sus mejores modelos basándose en la estampa de los toros de la legendaria ganadería de Miura. 

Indiscutiblemente, esta ganadería de reses bravas se puede decir que es la más famosa de todos los tiempos. Fue fundada en 1842 por Juan Miura en tierras sevillanas de Carmona, con puntas de vacas de Antonio Gil Herrera y José Luís Albareda, todas de procedencia Gallardo, aumentándola después con un lote de becerros del citado Albareda. En 1850 le agregó en dos ocasiones novillos de José Rafael Cabrera, en aquella fecha propiedad de su viuda Jerónima Núñez del Prado, incrementándola el mismo año con dos sementales de José Arias Saavedra. 

De todo ello se hizo una escrupulosa selección y los animales descartados fueron vendidos a la escuadra inglesa para alimentación de la marinería. 

Con el ganado escogido forma la ganadería con raíces gallardas, cabrereñas y saavedreñas. Juan Miura nunca estuvo relacionado con actividades agrícolas ni ganaderas, solamente su hijo Antonio tenía un poco ganado manso, quien inculcó a su padre hacerse ganadero de reses bravas, su oficio era el de sombrerero e instalado en la plaza de la Encarnación de Sevilla. Años posteriores, con la ganadería ya formada, se presenta en Madrid a lidiar donde adquiere antigüedad del 30 de abril de 1849. 

Esta ganadería, desde su creación siempre ha sido un negocio familiar continuado. En la actualidad pasta en la finca de Zahariche en Lora del Río (Sevilla), raramente ha cruzado su sangre con otros encastes, no obstante, dos sementales engrosaron con posterioridad de su inicio a formar parte de esta célebre ganadería; uno del duque de Veragua, y otro de Joaquín Vals, adquirido a la viuda de Felipe Pérez Laborda, procedencia navarra, el cual había sido indultado en Córdoba por el primer califa Rafael Molina "Lagartijo", día 5-10-1879, el toro entendía por nombre de "Murciélago", el que fuera regalado por dicho califa a la citada ganadería. El referenciado animal tomó veinticuatro varas el día de su indulto. Una vez restablecido de las heridas producidas en su lidia, le apartaron 36 vacas de vientre para padrear, dejando descendencia muy positiva. 

Este toro "Murciélago", de pelo colorao, fue tan admirado por Ferucio Lamborghini, que le puso ese mismo nombre a uno de sus coches de gran lujo, "Lamborghini Murciélago”. 

Siguió el industrial mostrando su sentimiento hacia la ganadería, que fabricó otro modelo al que lo patentó con el nombre de "Lamborghini Miura", presentándolo en Ginebra en el Salón del Automóvil en 1966. Se caracterizaba por llevar un motor central y transversal de 12 cilindros en V, dos árboles de levas en cabeza por cada culata, 4 carburadores de triple cuerpo, potencia 350 CV, velocidad máxima 280 Km/h. 

Después sacó al mercado otro nuevo modelo con un potencial de 370 CV, fijándole el nombre de "Miura P400S", llevaba elevalunas eléctrico y tapicería en piel, entre otros innovadores detalles. 

Con anterioridad de salir a la luz los modelos reseñados, el referido industrial, ya había imprimido en su fábrica el emblema un toro bravo, en honor a la ganadería miureña, en la actualidad se sigue conservando. 

Verdad que hay cierta similitud entre sus automóviles y los miuras, ambos son fuertes, resistentes, temperamentales, elegantes, listos, nerviosos, finos de lámina, rapidez de reflejos, de tacto suavísimo (el animal por su lisa piel y el coche por su exquisito pulimentado), así como muy peligrosos si no se saben llevar, el uno con la muleta y el otro con el volante. 

Lidiar un toro de Miura produce un gran prestigio al torero que es capaz de dominarlo, al igual que conducir un Lamborghini prestigia a su conductor, sobre todo si los dos lo hacen con sentido y oficio. 

Sin lugar a duda, cabe señalar cotas muy altas logradas por toros notabilísimos de la afamada ganadería miureña, proporcionando inolvidables tardes gloriosas a valientes toreros, pero otras, todo lo contrario.

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