El Toro de Lidia Español

Casta Gallardo (1762): Encaste Pablo Romero (1885)

Esta Casta se formó con reses procedentes de los monjes dominicos del Convento de San Jacinto de Sevilla que en 1762 las vendieron al sacerdote navarro pero afincado en Rota como presbítero, Marcelino Bernaldo de Quirós Gallé que las unió a reses navarras que ya poseía.

En 1790 vendió su ganadería a “FRANCISCO GALLARDO”, vecino de El Puerto de Santa María (Cádiz), que, en unión de sus hermanos, hasta su muerte en 1817, será el creador de este tipo de toro tan peculiar.

Casi un siglo después, en 1885, la rama principal de los “gallardos” llegará a la familia Pablo Romero que les dará unas características y personalidad que configuran el llamado Encaste Pablo Romero, único vestigio que queda en la actualidad de la Casta Gallardo y que, por desgracia, está en claro trance de desaparecer.

Al morir Francisco Gallardo en 1817 la ganadería quedó dividida en tres partes: la primera fue para “Domingo Varela” que ya poseía reses de otras procedencias, sobre todo Cabrera; la segunda parte fue a parar a “Gaspar Montero”, farmacéutico de profesión, que en 1833 las vendió al sevillano de La Rinconada “Antonio Gil Herrera” y éste en 1842 a “Juan Miura Rodríguez”, que, como ya sabemos, fue el fundador del Encaste Miura.

La tercera y mayor parte fue adquirida en 1818 por los ganaderos de El Puerto de Santa María, “JOSÉ LUIS ALBAREDA” y “PEDRO ECHEVERRIGARAY”, que tuvieron cierto éxito.

En 1842 murió Echeverrigaray y entonces su socio Albareda se deshizo pronto de su parte que pasaría en 1849 a Juan Miura.

La parte de Echeverrigaray en 1860 fue adquirida por la “Viuda de Larraz”, navarra afincada en Sanlúcar de Barrameda que la traspasó en 1864 a Lorenzo Fernández de Villavicencio, IV “DUQUE DE SAN LORENZO”. A lo Gallardo añadió en 1866 reses de “Joaquín Jaime Barrero”, de Encaste Hidalgo Barquero. Tuvo gran éxito con ese cruce pero en 1870 vendió una parte a “José Bermúdez Reina”, ganadero que tenía ganado de Casta Vazqueña-Línea Benjumea de los hermanos “Diego y Pablo Benjumea Pérez de Seoane”.

El resto de la ganadería la vendió en 1874 al sevillano “RAFAEL LAFFITE Y CASTRO”, que desde 1869 tenía una importante ganadería comprada al ganadero cordobés “Rafael Jose Barbero” que, como vimos al hablar de la Casta Cabrera, juntó reses de las Castas Navarra, Jijona y Cabrera. Como además de la ganadería del Duque, Rafael Laffite compró también la citada más arriba de “José Bermúdez Reina”, podemos decir que reunió en una sola ganadería las sangres navarra, jijona, cabrera, vázquez, hidalgo-barquero y gallardo, siendo, no obstante, ésta la predominante.

Once años más tarde, en 1885, la ganadería será adquirida de forma efímera por el también sevillano “Carlos Conradi” que ese mismo año la traspasa al terrateniente sevillano “FELIPE DE PABLO ROMERO”, que será el hombre fundamental de la Casta Gallardo.

Lo primero que hizo fue poner orden en la ganadería pues al tener  tantas sangres, el comportamiento era muy dispar. Se definió preferentemente por lo Gallardo, pero fue moldeando un tipo de toro que ha sido único en la historia. 

Veamos cuales son las Características del Encaste Pablo Romero:

Constituye el prototipo del “toro bonito”. Son toros muy largos, con mucha caja, aceptan muchos kilos, muy anchos de pecho y bajos de agujas, mayoritariamente cárdenos; muy bravos en el caballo, tienen mucho gas en la muleta, embisten con acometividad pero con nobleza, toros de faenas cortas. En los últimos tiempos muestran cierta blandura y falta de casta.

Cuando en 1906 muere Felipe, el prestigio de sus toros era enorme y tanto las figuras como el público los solicitaban.

Le sucedió su hijo FELIPE DE PABLO-ROMERO LLORENTE (+1943), que cedió la gestión de la ganadería desde 1917 a sus hijos JOSÉ LUIS (+1975) y FELIPE DE PABLO-ROMERO ARTALOITIA (+1944).

Desde finales de los setenta los toros de este Encaste acusaron en exceso el problema de las caídas, mansedumbre y falta de poder más que otros Encastes, acentuándose en su caso al no poder refrescar sus reses con otros Encastes.

En 1975 la ganadería pasa a Felipe de Pablo-Romero y Cámara, a su muerte en 1979 a su hermano Jose Luis y en 1986 a JAIME DE PABLO-ROMERO Y CÁMARA.

El intento de Jaime por salvar los “pablo romeros”, justo cuando se encontraban en el peor momento de su historia, no duró mucho y en 1998 tuvo que desistir y traspasó la ganadería a la sociedad Partido de Resina, cuyo representante es Jose Luis Algora Cabello y que desde entonces lleva los destinos de la única ganadería de Casta Gallardo, Encaste Pablo-Romero que queda en la actualidad, que lidia precisamente como “PARTIDO DE RESINA”, nombre de la finca de Aznalcázar (Sevilla) donde pastan sus reses.

El futuro de este Casta y Encaste es incierto pero esperemos que la belleza y trapío de los Pablos-Romeros no desaparezcan de las plazas de toros españolas, mejicanas o francesas pues podemos decir sin duda que estos toros son los más bellos de la raza.