La Montaña Mágica

Ciudades desaparecidas

En 1983, salió a la luz pública, en español, el libro Las ciudades invisibles de ĺtalo Calvino, traducido por Aurora Bernárdez, quien fuera la primera mujer de Julio Cortázar. 

En el libro, las ciudades que reporta el viajero Marco Polo al emperador tártaro Kublai Kan, tienen nombre de mujeres. Por las páginas desfilan, Anastasia, Dorotea, Maurilia, Melania, Zaira, preciosas féminas que habitan estas ciudades antiguas, lujuriosas y memoriosas. 

En 2024, se publicó el libro de relatos Ciudades desaparecidas por la editorial Sial Pigmalión, del escritor colombiano Hernán Toro. 

Los dos libros guardan un aire de familia particular: ambos dan cuenta y se refieren a aquellas ciudades antiguas que existieron, y que por múltiples circunstancias, desaparecieron y quedaron en ruinas. 

El hombre contemporáneo que hoy habita la ciudad, vive prisionero de ésta, hasta el punto de que no mira hacia atrás, ni le interesa el esplendor y decadencia, que tuvieron ciudades como Babilonia, Pompeya, Huayna Picchu, Troya, Teotihuacán y Santa María la Antigua del Darién.

Estas ciudades que acabo de mencionar son las que recorre el viajero-narrador del libro de Hernán Toro. Viajero que no sólo le interesa observar las metrópolis urbanas del siglo XXI, donde se apiñan millones de habitantes en las diminutas “cajas de fósforo”, sino que vuelve su mirada hacia atrás, para sacar de las ruinas, aquellas ciudades que alguna vez existieron, y hoy hacen parte del polvo de la memoria. 

Toro, quien ha fungido de ser un escritor clandestino (con nueve libros de cuentos publicados), nos habla de Babilonia, tierra de Nabucodonosor, el tartajoso; ciudad del pecado y la abominación, que según Jorge Luis Borges, “no es otra cosa que un infinito juego de azares”. 

Pompeya, que antes de que fuera arrasada por el volcán Vesubio, había sido asaltada por los griegos, los etruscos y los samnitas. 

Huayna Pichu, una montaña que hace parte de la cordillera de los Andes, y está situada al frente de la majestuosa ciudad inca de Machu Pichu. Allí se encuentra el sagrado Templo del Sol, donde reposa el cuerpo momificado de Pachacutic, el Hijo del sol, antiguo Inca del Imperio del Tahuantinsuyo. 

Troya, la legendaria ciudad donde los griegos se destacaron por su coraje y valentía, para rescatar a Helena quien estaba secuestrada por Paris, príncipe de Troya. 

Teotihuacán, lugar sagrado de los dioses, habitado antiguamente por los mexicas y los toltecas. Una floreciente ciudad prehispánica, donde se encuentran las pirámides del Sol y de la Luna, el templo de Quetzalcóatl, y la Calzada de los Muertos. 

Santa María la Antigua del Darién, la primera ciudad fundada en tierra firme por Vasco Núñez de Balboa y la india Anayanci.,

Debido a la envidia y la codicia, a los pocos años, esta ciudad enclavada en el Golfo de Urabá (Colombia), fue destruida por Pedrarias Dávila, el furor domine

Ciudades desaparecidas de Hernán Toro, es un exquisito libro, lleno de interesantes referencias históricas y literarias.  

Más en Opinión