Sembrando de noche

¿Antisemitismo en El Reina Sofía? ¿Y nazismo?

El 4/06/2024, Adolfo Alonso Ares sacó en este diario Maruja Mallo y Miguel Hernández. El artículo apunta in fine  “Su obra ha dado lugar al conflicto que aún mantiene el galerista madrileño Guillermo de Osma, ya que ha llegado a presentar, con cierto oscurantismo, un muy controvertido “Catálogo razonado” (CR) que ha sido parcial y limitado por falta de justificación y por un marcado sectarismo, que quizás se deba a intereses espurios o de índole económico”. No es la primera vez que Adolfo Ares y otros críticos pictóricos incursionan en la obra de Maruja Mallo (MM).

Sorprende que en ninguna ocasión la contundencia de las críticas encontraran réplica directa  por parte del comisionista, hombre de negocios y galerista De Osma Wakonigg (el cual -al albergar en el CR obras de su fondo de galería y colección particular, que se revalorizan- bien pudiera incurrir en conflicto de intereses, juez y parte, y quizás en ilícito penal al tiempo que barre la competencia al excluir obras de terceros en posible competencia desleal con eventual  manipulación de precios). Cualquier otro promotor de un CR tan demoledoramente descendido en llamas por la crítica  habría dado la cara en aras de defender las razones de exclusión. Al no haberlo hecho, subyacen graves sospechas.

Por mi parte, publiqué (El Debate, 15/03/2023)  El caso Maruja Mallo: perversión del mercado del arte. Artículo que en síntesis venía diciendo: 

  1. Pertrechada de elementos probatorios llegué a la conclusión que la familia de MM (causahabientes) en asociación con el galerista y hombre de negocios –y una cohorte de expertos de conveniencia– se habían apropiado mercantil y culturalmente del personaje descentrándolo de Galicia para, eventualmente, sacar ventaja económica en un contexto más glamuroso. Los herederos han vendido obra, y el archivo (sic) de la artista, al galerista y hombre de negocios con quien quizás hayan suscrito acuerdos secretos tal es la evidente sincronización entre todos ellos: «Tras adquirir (Guillermo de Osma) a su sobrino (de MM) un baúl que contenía algunos óleos, numerosos dibujos y bocetos, y un archivo» (www.elespanol.com/el-cultural/blogs/y_tu_que_lo_veas/20180321/guerra-falsos/293840621_12.html)
  2. La fase decisiva  en la escalada de monopolización de la obra de MM fue la edición del CR de la artista incluyendo la obra en propiedad, revalorizándola, y excluyendo la que podría hacer competencia sin que mediara sentencia judicial de falsedad. Los editores de un CR pueden, ciertamente, incluir o excluir lo que les dé la gana, pero al excluir una obra, sin que medie sentencia judicial de falsedad, incurren en responsabilidad/culpa extracontractual por las barrera creadas a la entrada en el mercado de MM y desprestigio absoluto de la obra excluida.
  3. Guillermo de Osma Wakonigg es nieto de Wilhelm Wakonigg, cónsul de Austria en Bilbao durante la Guerra Civil. Wakonigg, al ser fusilado gritó «Heil Hitler!» según información ampliamente disponible. El nieto excluyó del CR de MM cuadros indubitablemente auténticos propiedad de familia galaico-judía, residente en París. Lo cual se explica bien claramente aquí: «Los propietarios (familia galaico-judeo-parisina, muy secreta, poco dada a mundanidades, coleccionista por las tres ramas, cuya casa familiar alberga la colección desde hace más de ochenta años

De inmediato, replicaron a mi artículo Ramón Pérez-Maura y Alfonso Ussía, amigos de De Osma Wakonigg. El artículo de Pérez-Maura  tenía calidad si bien con varios desenfoques. Pérez-Maura arrancaba reconociendo, lo cual le honra, que “En las últimas horas hemos publicado en El Debate un artículo titulado «El caso Maruja Mallo: perversión del mercado del arte» (.) El fondo del artículo tiene que ver con una disputa por una autoría de cuadros de la pintora Maruja Mallo. Es un asunto del que yo tengo el mismo conocimiento del que poseo sobre la física cuántica. Ninguno». Hasta aquí, perfecto. A continuación, Pérez-Maura entró a matar perpetrando tremendo bajonazo “Pero en esa disputa se han publicado aquí una injuria y una infamia muy graves (.) Creo que si hay algo que se debe respetar es la memoria de los muertos, porque no pueden defenderse. Decir que Guillermo Wakonigg fue un nazi es una injuria y una infamia”. ¿Seguro? Según el razonamiento de Pérez-Maura no puede criticarse la memoria de nazis muertos –Hitler, por ejemplo, o el susodicho fusilado, héroe para los suyos- toda vez que no pueden defenderse aunque sus descendientes, ideológicos  o biológicos, sigan haciendo daño a los judíos. Esa injuria e infamia, de serlo, se publicaron mucho antes en prensa abierta y en un libro (Ingo Niebel (2009): Al infierno o la gloria) sin que el supuesto injuriado e infamado, por abuelo interpuesto, acorriese a la justicia o al derecho de réplica en aras de lavar el agravio. Tampoco con ocasión de la publicación de mi artículo. Obsérvese: De Osma Wakonigg no dio la cara, por él la dieron dos columnistas de El Debate porque, al parecer, uno no era suficiente.

El supuestamente nazi Wilhelm Wakonigg tuvo un hijo, Guillermo/Willi Wakonigg (fotógrafo y fundador de Gaston&Daniela) que –por el teorema de sota, caballo y rey- era tío de De Osma Wakonigg. El tal Willi Wakonigg, que hablaba alemán, entró en la aviación franquista, enlace con la nazi Legión Cóndor. Ameritando aún más su intachable linaje, también fue voluntario a la filo-nazi División Azul. Y si en este dato hay injuria e infamia me lavo las manos, que se lo pregunten a quien suministra la información seminal (Josep Massot: Joan Miró sota el franquisme 1940-1983). Guinda del pastel, De Osma Wakonigg homenajeó al tío eventualmente nazi con una exposición y catálogo (Willi Wakonigg y su mundo 1914-2000). Homenaje en el que participó Patricia Molins, funcionaria del MNCARS y colaboradora del comisionista, de la que diré algo más.

Sucede que el MNCARS –popularmente conocido por Reina Sofía- prepara actualmente exposición internacional de la obra de Maruja Mallo. Con el bien merecido empoderamiento de las mujeres en el mercado del arte no hay la mínima duda que sus obras, promocionadas internacionalmente, se venderán por millones de dólares  como se ha visto con Remedios Varo (Sotheby’s, junio 2020) que hasta hace unos quince años, cuando las ventas de MM fluían sin las restricciones impuestas por De Osma, se cotizaba por debajo de la pintora lucense. Ese mercado está hoy completamente cautivo en el CR de la artista que impide, en la práctica,  la comercialización de obra excluida. Y más cautivo estará de artillarse la exposición del MNCARS según los criterios de De Osma.

Al director del Reina Sofía, Manuel Segade, se le ha visto en el despacho del comisionista. De hecho, este concede audiencia a los directores del MNCARS desde los tiempos  de Juan Manuel Bonet. A quien el comisionista editó de buena hora su diccionario relativo a las vanguardias pictóricas, un mercado de varios cientos de millones que de esa guisa quedó embridado  bajo la autoridad crítica –¡y tan crítica!- de “expertos” y almas perdidas de la así llamada Movida, bien dice Alonso Ares. En este sentido, algo se puede aprender de A Quico Rivas. Por una revolución de la vida cotidiana, autoría de Fran G. Matute. Más importante, incluso, a Patricia Molins –sí, la del homenaje a Willi Wakonigg- colaboradora de antiguo del comisionista, la han nombrado comisaria de la exposición internacional de Maruja Mallo. Asunto cerrado. 

Nada de lo anterior tendría importancia, o sí, de no haber silencio administrativo por parte de Patricia Molins a la demanda de una familia judía (desde hace años en abierto conflicto con De Osma Wakonigg) que solicitó se tomasen en cuenta, para la proyectada exposición internacional de Maruja Mallo, las obras en el ajuar familiar (excluidas del CR de MM a pesar de haberle ganado un concurso en museo gallego, por unanimidad del jurado, consta en actas, a una obra presentada en el mismo concurso por la galería de De Osma). Al antisemitismo latente (o evidente) que transita todo el expediente Maruja Mallo hay que sumarle la soez respuesta remitida por uno de los autores del CR cuando los propietarios de dos obras impugnadas les enviaron fotografía antigua de un marchante judío con sendos cuadros de la pintora: «No sabemos quién es ese jodío judío». Tal cual. Lo afirmé precedentemente en mi artículo de El Debate  y no ha sido desmentido. Se conservan los correos del intercambio. Hay carta de Ana Vázquez de Parga confirmando la existencia del marchante judío sin galería.  

El MNCARS ha sido  acusado reciente de antisemitismo –via su director, Manuel Segade- al haber albergado un montaje –Desde el río hasta el mar- eslogan que resume la voluntad de aniquilación de Israel. Segade quizás no sea antisemita, pero, al no ser experto en pintura, es posible que el comisionista, cuyos antecedentes familiares (abuelo y tío) ya hemos explicado, le haya marcado un brutal gol al sugerirle el nombramiento de Patricia Molins –juez (comisaria) y parte (colaboradora del comisionista)- y haber avalado ese papel crucial. No hay diferencia en nombrar a Patricia Molins comisaria o al propio De Osma Wakonigg en conflicto con la familia judía excluida. Todas las obras excluidas del CR de MM serán excluidas de la exposición internacional  salvo las que hayan aparecido mágicamente, desde entonces, gracias a la milagrosa intervención del comisionista. Todo esto huele muy mal y empaña el prestigio de uno de los buques insignia de la Marca España y, particularmente, Madrid: MNCARS.

En evitación de acusación de delirio paranoico y animadversión personal de mi parte, voy a precisar algo más los procedimientos del comisionista para, sospechas no faltan,  embridar en privativo beneficio el mercado de MM, tejiendo desde hace tiempo su red.

  1. El autobombo en plataformas mediáticas chutadas al glamur;
  2. Las probables mentiras;
  3. La descarada ansia de lucro. 

En Vanity Fair (15/10/2017) en entrevista a De Osma Wakonigg (Maruja Mallo: una de las mejores y más plagiadas pintoras españolas de todos los tiempos) podemos leer : 

  1. “…añade Osma, el mayor experto mundial en la obra de Maruja Mallo”
    ¿Y eso, desde cuándo? Es como si dicen que un librero es el mayor experto mundial en Einstein porque ha vendido algunos de sus libros.
  2. “…afirma el galerista Guillermo de Osma, amigo personal de la artista” 
    No hay prueba alguna de que De Osma fuese amigo personal de la artista: ni siquiera una simple fotografía en su compañía. En el catálogo de la exposición de 1992 de escasa obra de MM en la Galería de Osma (Edición Juan Pérez de Ayala y Quico Rivas) puede leerse, firmado por De Osma Wakonigg: Aunque no te conocí, sé algunas cosas de ti. Si ni se molestó en visitarla en ese momento es altamente improbable que fuese después, residenciada y muy disminuida. Ese es el aprecio que sentía De Osma por Maruja Mallo. Murió dos años más tarde. 
  3. “Guillermo de Osma tiene un consejo para quienes no puedan resistir la tentación de comprar un cuadro de la pintora: Consúltenos y recuerde que no hay gangas”
    Después de insistir en que él ha detectado los falsos en circulación –¡y yo!- amedrenta al potencial comprador y casi obliga moralmente a ir a su galería (¡Consúltenos!) aunque sea más cara (¡recuerde que no hay gangas!) que la obra solventemente certificada, vendida libremente en el mercado, y avalada por los mejores expertos habilitados judicialmente (no es el caso de De Osma ni colaboradores ). No hay prácticamente en los últimos años transacción en el mercado del arte en la que, directa o indirectamente, no haya intervenido el comisionista en avisado monopolista de MM. Acaba de colocarle El Mago al Museo de Dallas. Por cierto, obra muy buena si bien las hay mejores y excluidas del CR. 

Las páginas de El Diario de Madrid están siempre abiertas a la información veraz y al debate. En este sentido, animo a Patricia Molins –y al propio De Osma Wakonigg- a debatir y ejercer el derecho de réplica.