Ciencia, periodismo y política

Luis Montiel Balanzat

En las últimas semanas se ha desatado una polémica sobre los artículos publicados en 1936 en el diario Ahora por el periodista Chaves Nogales. Hay dos posturas enfrentadas: los que consideran que los escribió con sincero fervor revolucionario y los que creen que los hizo obligado por las circunstancias, o que ni siquiera están escritos por él, teniendo en cuenta que el Ahora había sido incautado por el Gobierno y puesto ‘al servicio de la República popular’. Para entender lo que ocurrió conviene analizar la figura de Luis Montiel, que era hasta el momento de la incautación el propietario del periódico.

Montiel había revolucionado la industria gráfica española cuando en 1919 adquirió los Talleres Tipográficos Sucesores de Rivadeneyra, la industria editorial más poderosa de la época. Ingeniero de profesión, era aristócrata y conservador, pero sobre todo empresario. Puso en marcha diferentes publicaciones que tuvieron un éxito inmediato: Estampa, As y sobre todo el periódico Ahora que se posicionó a favor de la República. Contrató a Chaves Nogales como Subdirector con un sueldo elevado y vivienda en el gran edificio donde se tiraban las publicaciones. Cansinos Assens le visitó en su despacho y sintió un ataque de celos al comparar su precaria situación profesional con la del periodista sevillano. 

El Ahora llegó a tirar 140.000 ejemplares en Madrid, sobrepasando al monárquico ABC con el que sostuvo grandes controversias políticas. Allí escribían los mejores, Baroja, Valle, Ramón, etc, estando muy bien pagados. Montiel estaba decididamente a favor de una República donde los izquierdistas y nacionalistas tuvieran un papel secundario. Durante el ‘bienio revolucionario’ Chaves fue entrevistando a todos los miembros del Gobierno más a don Niceto y a Maciá. Siguiendo la política dictada por Montiel se mostró amable con Maura, Lerroux, Azaña y Alcalá Zamora, pero crítico con la gente del PSOE y especialmente con Marcelino Domingo, líder del peculiar partido Radical Socialista. Azaña en sus Diarios también le maltrató con especial inquina. Tampoco fue muy amable con Maciá, pero siempre respetando a todos ellos. El fervor republicano de Montiel se resintió con la Revolución de 1934 y definitivamente con el Frente Popular, hasta tal punto que sintiendo su vida amenazada se exilió voluntariamente en junio del 36. Estando en Buenos Aires se enteró de los acontecimientos del 18 de julio y de la incautación de su periódico. En agosto del 36 convenció a Chaves, con el que coincidió en París, para que volviera a Madrid para hacerse cargo del Ahora. Llegamos aquí al quid de la cuestión. ¿Con qué propósito le mandó Montiel a Madrid conociendo la situación revolucionaria que se vivía? Parece lógico pensar que pretendiera que Chaves vigilase la ‘joya de su corona’ pero éste para sobrevivir tenía que comportarse como un revolucionario, de ahí sus discutidos artículos. Conociendo su trayectoria periodística, extremadamente crítica con Hitler y Mussolini, no le debió costar mucho trabajo oponerse a Franco, aunque no estuviera convencido de la deriva que llevaba la República. Chaves sólo aguantó unos meses, en cuanto el Gobierno se marchó a Valencia abandonó España para siempre, muriendo tempranamente en su exilio londinense. 

Montiel se fue a México donde siguió con sus proyectos editoriales y regresó a España en 1941 para comprobar que sus publicaciones estaban incautadas, esta vez, por Falange. Dados sus ‘limpios antecedentes’ se le permitió reincorporarse a sus empresas. El Ahora fue abandonado pero la revista Semana y el diario deportivo As tuvieron un singular éxito. 

Este artículo se ha beneficiado de una larga conversación de sobremesa con Carlos García-Alix, gran conocedor de la trayectoria de Chaves. Nuestro criterio sobre el asunto es bastante cercano, pero no el mismo, por lo que el contenido del artículo es de mi exclusiva responsabilidad.

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