La mirada de Ulisas

Occidente es hora de sacudirse y no dejarse abrumar

Bella Clara Ventura
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LA MIRADA DE ULISAS transita en una realidad que el mundo no conoce o por lo menos no ha mostrado mucho interés en saber, ya que la condena a Israel se hace debido a un antisemitismo latente que sale a relucir cuando las cosas van mal para el planeta y Golda Meier a justa causa le dijo a Arafat: “les podremos perdonar haber matado a nuestros niños, pero jamás de habernos obligado a hacer otro tanto con los vuestros”. Hay que precisar que los ponen, igual que a sus mujeres y ancianos, de escudos humanos desafiando leyes de la guerra para sumar puntos a su victoria mediática. Calculan bien la sensibilidad occidental que han aprendido y repasado para acentuar el éxito de lo buscado. Culpar a alguien por los males siempre resulta cómodo al hallar un responsable, aunque no lo sea. El chivo expiatorio ha sido el pueblo judío, tal vez por ser el pueblo llamado del libro y estigmatizado durante siglos. 

Ciertas personas de Gaza culpan a Israel por la guerra desatada cuando en realidad la propiciaron sus gobernantes a la cabeza de Sinwar con los miles y miles de misiles lanzados a diario y con la barbarie sin igual del 7 de octubre. Fue un hombre reconocido por su inteligencia, pero también por su excesiva maldad. Tildar lo bueno o lo malo con una intensidad no sé si sea lo correcto, ya que lo bueno es bueno y lo malo es malo. A veces hay que demorarse en calificar como lo han hecho con Sinwar; el carnicero, el sicópata o el asesino de su propia gente etc... Motivo por el cual estuvo 20 años preso en la cárcel israelí donde aprendió el idioma y la idiosincrasia del pueblo judío. No pretendía ser mi intención resaltar la figura de Sinwar, sólo anhelaba aclarar asuntos que me resultan válidos para la mirada que soy.

El judío no lleva en sus venas una tendencia sanguinaria ni una actitud proselitista. Jamás lo ha sido ni lo será, a pesar de que digan lo contrario con fines sesgados o interesados en desprestigiar su esencia. Anhela vivir y dejar vivir en paz. La prueba de ello lo exalta el hecho de ser la única democracia de la región con su pluralidad cultural. La muerte le resulta trágica sea la propia o la ajena y menos bajo sus manos, que jamás las quiere ensangrentadas. Pero si se la ponen difícil ante su supervivencia no hay nada ni nadie que atajen su autodefensa. Lo ha demostrado con creces en la historia con los personajes como David frente a Goliat. Para el judío se repiten los progroms y ante ellos no quiere ni volverá a caer. Le bastó el Holocausto para entender lo que sus enemigos ambicionan hacer si se descuida. EL NUNCA JAMÁS habita la mente del judío, quien vio padecer a sus pares de manera absurda e inhumana durante la II Guerra Mundial a mañas y locuras de los nazis, quienes anhelaban glorificar una llamada raza superior empezando por asesinar a los judíos, para luego eliminar a los demás que no calificaran en sus cánones. ¡Serían todos los demás que no fueran arios!!! Como es el caso deseado por los fanáticos islámicos que engañan a los países que los acogen al conocer sus leyes, abusar de ellas y violarlas a su antojo, bajo el pretexto de que la nación que los recibe debe plegarse a sus creencias y no ellos adoptar las que les dan la bienvenida. Han inundado Europa con sus mezquitas cuando la fe cristiana era la mayoría perseverante, a pesar de las leyes y voluntades de hacerse a la laicidad. Con dichas construcciones se instalan en los territorios con imanes que guían a sus feligreses hacia una educación apartada de la convencional del país que les ha brindado la oportunidad de una vida mejor. Es su forma moderna de conquista al igual que el haber puesto a bailar al mundo con la música árabe y el movimiento de los vientres. Curiosamente el vientre cobra relevancia y resulta un símbolo que se cultiva para ampliar la descendencia al tomar por asalto con su representación materna a los países occidentales, que no traen tantos hijos al mundo por responsabilidad. Los musulmanes ortodoxos conocen la mentalidad occidental y saben aprovecharse de ella. Mandan a su elite a educarse en las más destacadas universidades de Europa o de los Estados Unidos con el fin de que esos estudiantes sean mañana los líderes que sabrán doblegar al Occidente, que aún duerme, mientras el pueblo musulmán sobre todo chiita es manejado con distintivos como el velo para ocultarle la realidad y hacerlo borrego. Para los extremistas que se adhieren al Corán el conocimiento no debe existir, la educación sólo se debe basar en los principios religiosos donde la ciencia no tiene lugar. Por ello, en los países habitados por estos fundamentalistas se rebelan contra la información histórica, tratando de desvalorizar su presencia en las aulas, exponiendo la vida de los profesores que se destacan por enseñar lo real, basado en hechos históricos que amparan el conocimiento. Una noción de la existencia tan defendida en nuestra civilización occidental. Israel, se quiera o no reconocer, está librando una batalla para la evolución y nuestra civilización para que sus principios permanezcan y no sean ahogados mañana por una bota fuerte que ya dio pasos y ha mostrado su interés en pisar duro y cruelmente.

Occidente es hora de sacudirse y no dejarse abrumar por los intereses que les atañen a los políticos, más interesados en conseguir votos que en el bienestar de su patria. Resultan unos vende patrias por conseguir sus ideales de llegar o permanecer en el poder. Hay que abrir los ojos, como lo hago yo por ser la mirada que no miente y se orienta, abierta al discernimiento y dispuesta a que el mundo árabe con sus malas intenciones no se instale en nuestros predios para que nos traiga la desgracia de sus pueblos sembrados en hambrunas y malestares.  Sólo los pueblos árabes más emancipados han sabido llevar a su gente a otro nivel de vida. La que los occidentales no queremos perder de vista ni extraviar en el camino de la complacencia o peor aún en la senda de hacernos los de la vista gorda. Despabilar nuestros espíritus debe ser el lema y prevenir que no sea demasiado tarde lo que les espera a los países libres en Occidente sino se pellizcan o se enfrenten a una realidad que ya no se puede ocultar ni tapar con la ignorancia o la desinformación.

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