Las protestas vecinales contra el cantón de limpieza proyectado por el Ayuntamiento de Madrid en Montecarmelo dan este jueves un nuevo giro. Tras semanas de movilizaciones, recogidas de firmas, encadenamientos a árboles y denuncias por la tala de ejemplares, la Asociación Vecinal de Montecarmelo y la Plataforma de Afectados por el Cantón han convocado una concentración ante la sede de Urbaser, la empresa adjudicataria del proyecto, para seguir visibilizando su rechazo.
La protesta tendrá lugar mañana jueves de 11:00 a 14:00 horas frente al número 4 de la calle Agustín de Foxá, junto a Plaza de Castilla. El motivo, señalan los convocantes, es recordar que Urbaser fue quien propuso la parcela elegida para construir tanto el megacantón como una base del Servicio de Limpieza Urgente (Selur) del noroeste madrileño, una afirmación realizada por la vicealcaldesa Inmaculada Sanz y que ha generado gran indignación entre los residentes.
Las entidades vecinales consideran que la propuesta de Urbaser solo responde a intereses propios, sin tener en cuenta el impacto en la calidad de vida de miles de vecinos, especialmente los 4.200 escolares que acuden a los centros educativos colindantes a la parcela, o las familias que residen en las inmediaciones, y que verán deteriorado su entorno urbano por la instalación de un gran centro logístico de limpieza.
En paralelo a la protesta, siguen los actos de desobediencia civil pacífica, con vecinos y vecinas encadenándose a los árboles en riesgo de tala. Desde el inicio de los trabajos de preparación del terreno, los residentes han denunciado una falta de transparencia y diálogo por parte del Ayuntamiento y han exigido el traslado del cantón a una ubicación alternativa, propuesta respaldada por seis asociaciones vecinales de Fuencarral-El Pardo y por todos los grupos de la oposición municipal.
El conflicto lleva ya varios meses abierto y, a pesar de los intentos vecinales de frenar la actuación, el proyecto sigue adelante. Para los vecinos, esta nueva concentración es una forma de señalar responsabilidades empresariales y mantener viva la presión social sobre las instituciones responsables del desarrollo del cantón.
“Cuando antes lo entiendan Urbaser y el Ayuntamiento, antes se resolverá este conflicto que ya dura demasiado”, han señalado los convocantes. Mientras tanto, Montecarmelo sigue en pie, decidido a defender sus zonas verdes, su entorno y su forma de vida.