Rostros y Letras

Entrevista a Eduardo Casar

Eduardo Casar, Nace en la Ciudad de México, en 1952, es doctor en letras y profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ha publicado varios libros de poesía, uno de cuentos para niños y una novela, además de un libro de teoría literaria. Es co-conductor del programa de televisión La dichosa palabra, del canal 22. Premio Universidad Nacional 2015 en el área de Creación Artística y Difusión de la Cultura.

¿Cómo describirías tu proceso creador?

Es cómo un juego. Después de mucho entrenar escribiendo, de pronto aparece algún punto que puede desenvolverse como poema o como literatura, y me pongo con mucho gusto a desenvolverlo hasta que lo termino; luego lo paso en limpio y comienzo a corregirlo; me entusiasma mucho ir descubriendo lo que digo.

¿Qué papel juega tu sensibilidad en tu proceso creativo?

Seguramente un papel decisivo. Por formación familiar y luego propia siempre me he entretenido mucho con el sentido del humor y contra los lugares comunes que forman a la mayoría. La sensibilidad para lo literario y para lo artístico es algo que se cultiva cuando tienes ganas de crearte nuevas necesidades estéticas.

 ¿Qué crees que tu obra dice sobre tu esencia más profunda?

No creo que tenga una esencia sino un inacabamiento; soy consciente de mi parcialidad y sigo con atención mis metamorfosis cognitivas, culturales, corporales. Seguramente cada poema me retrata. Me gusta ver retratos viejos y todavía me siento representado en ellos.

¿Qué te impulsa a seguir explorando nuevas formas de expresión?

No trato deliberadamente de experimentar con las formas. Cultivo el estilo que sé que tengo y como las realidades que se sirven de arranque o referencia son nuevas tengo que buscarles nuevas expresiones. Cuando la obra de un escritor me impresiona trato de entender cómo le hace para hacer lo que hace. Ahora, por ejemplo, quiero escribir algo parecido a los cuentos de Lezama Lima; ya lo ensayé y me salió, sé que me puede salir, pero no he emprendido en serio ese estilo de manufactura: tengo que volver a entrar en personaje.

¿Qué tan importante es la introspección en tu proceso creativo?

Yo le podría llamar introspección al hecho de pensar redactando lo que se piensa. Todo el tiempo estoy tratando de sostener mis pensamientos con palabras, en parte para saber qué pienso; trato de no quedarme en la pura contemplación. Esa introspección verbal es la que configura un mundo interior, en el que cuentan mucho también las interrupciones o las repeticiones, pero trato de no quedarme varado en obsesiones mudas.