El C.F. Fuenlabrada vivió una auténtica pesadilla en su visita al Mérida, en un partido que terminó con derrota por 2-1 en el estadio Romano José Fouto. Una combinación de errores, lesiones, expulsiones y decisiones arbitrales polémicas convirtió el encuentro en una sucesión de infortunios que dejó al equipo madrileño sin opciones reales de puntuar.
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— CFFuenlabrada ⛏️🏓 (@Fuenla) December 21, 2024
Un inicio prometedor que se desmoronó rápidamente
El equipo dirigido por Diego Nogales comenzó con intensidad, generando peligro desde el inicio. Una doble parada de Juanjo al disparo de Bilal y al remate a bocajarro de Manu Garrido, sumada a un intento lejano de Moyano, reflejaban un buen arranque de los azulones. Sin embargo, esa energía inicial se desvaneció rápidamente, y el Fuenlabrada empezó a acumular contratiempos.
Tres golpes en la primera parte
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Autogol de Barbu: Un intento de despeje desafortunado con el muslo terminó en el fondo de la portería de Lucas Díaz, marcando el 1-0 para el Mérida.
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Lesión de Abde Damar: A los problemas en el marcador se sumó la baja por lesión de Abde, quien tuvo que abandonar el terreno de juego tras un problema muscular en la pierna derecha.
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Rebote del 2-0: Un disparo de falta de Juanjo, despejado inicialmente por Lucas Díaz, rebotó en Eliseo y se convirtió en el segundo gol del Mérida, aumentando la ventaja antes del descanso.
Con estos tres golpes anímicos y futbolísticos, el Fuenlabrada llegó al entretiempo con el marcador en contra y sin muchas opciones desde el banquillo debido a las múltiples bajas que ya arrastraba.
Un atisbo de esperanza y un golpe decisivo
En la segunda mitad, el equipo mostró carácter y buscó reaccionar. Manu Garrido, tras un gran centro de Nene desde la izquierda, marcó un gol que reducía la diferencia y devolvía las esperanzas al Fuenla. Sin embargo, poco después, Garrido fue expulsado tras recibir su segunda tarjeta amarilla, dejando al equipo en inferioridad numérica.
Pese a la desventaja, el Fuenlabrada siguió presionando. Incluso llegó a reclamar un penalti de Prevedini sobre Barbu, que el árbitro resolvió con un saque de portería y una tarjeta amarilla al propio defensor azulón por protestar. La frustración aumentó cuando Diego Nogales fue expulsado en los minutos finales, seguido por la segunda amarilla a Barbu, dejando al equipo con nueve jugadores.
El Fuenlabrada terminó el encuentro acumulando infortunios:
- Un autogol.
- Una lesión importante.
- Un gol en rebote desafortunado.
- Dos expulsiones de jugadores (Garrido y Barbu).
- Un penalti no señalado.
- La expulsión del técnico Diego Nogales.
Pese a la entrega y el esfuerzo del equipo, los múltiples contratiempos condicionaron un partido que acabó siendo un castigo excesivo para los azulones.
Próximos pasos: un parón para reflexionar
Afortunadamente para el Fuenlabrada, el próximo parón liguero permitirá al equipo recuperar fuerzas y reflexionar sobre cómo superar esta mala racha. Con sanciones y bajas acumuladas, Nogales deberá buscar soluciones tácticas y psicológicas para reactivar al equipo de cara a los próximos compromisos.
Si algo quedó claro, es que el Fuenlabrada no se rindió, pero esta vez el destino le dio la espalda en todos los aspectos. La clave ahora será transformar este partido desastroso en un punto de inflexión para volver más fuertes.