Reflexiones Australes

Elecciones en Venezuela

Esta semana tendrán lugar en Venezuela elecciones presidenciales. No espero nada bueno de ellas, toda vez que el proceso completo está viciado. El modelo a seguir de Maduro es el cubano. Muchos gobiernos ingenuos, creen que estas elecciones tienen algún valor. Maduro y su pandilla, se parapetarán en el poder, secundados por un centenar de altos oficiales militares corruptos. Quien crea que Maduro, tras perder las elecciones, entregará el poder, se equivoca. Lo que viene en Venezuela es un caos total, superior al que se vive hoy en dicha nación.

Maduro es un matón que jamás estará dispuesto a entregar el poder. Venezuela vive días horribles, con la complicidad de muchos gobernantes de América y Europa, quienes jamás tomaron medidas fuertes para lograr que Maduro dejara el poder. Han salido de dicho país, unos 8 millones de habitantes, escapando del hambre, la inseguridad y la persecución.

Maduro se ha reído del mundo. Ha sido recibido en muchos países, con honores. Venezuela sigue en la ONU, en la OEA, en la CEPAL y en todos aquellos organismos burocráticos progresistas que nunca condenan a los corruptos y a los zurdos. En Chile hay unos 800 mil venezolanos, muchos de ellos asesinos que matan y secuestran en un país históricamente seguro. Maduro les abrió las puertas de las cárceles a cambio de salir de Venezuela. En España José Luis Rodríguez Zapatero, en Argentina Alberto Fernández y en Bolivia Evo Morales, han sido parte de los “sostenedores” internacionales de una dictadura atroz. Ni hablar de Cuba, en donde se han gestado las dictaduras regionales de Nicaragua y Venezuela. El presidente Petro de Colombia, es otro cómplice que no se ha enfrentado a Maduro como debió hacerlo.

Ojalá que el pueblo venezolano se rebele en contra del dictador, tal como en Chile en 1973 nos rebelamos contra el marxista Salvador Allende, evitando caer en una guerra civil o quedar en manos de la órbita soviética. Una salida pacífica, con Maduro en el poder, es imposible en Venezuela. Lo ideal son los cambios pacíficos, sin muertes y sin víctimas, pero lo ideal no es sinónimo de lo posible. Maduro no entiende con razones. Él tiene armada una trama peligrosa que involucra apoyos de países poderosos y siempre culpando a los Estados Unidos de todos sus males. Es el mismo relato de la Cuba castrista con 66 años de dictadura, sin prensa, sin libertad y con una economía destruida.

Le llegó la hora a Venezuela, como dice el escudo nacional de Chile “por la razón o la fuerza”. Lo demás es música. Lo que pase en Venezuela tiene un efecto importante en Hispanoamérica. Menos mal que el presidente Lula de Brasil, le advirtió a Maduro de los efectos de sus dichos amenazantes. Lula es de izquierdas, pero es un viejo zorro que sabe que Maduro es un sinvergüenza.

La comunidad internacional y el periodismo libre deben estar muy atentos y cubrir las elecciones “in situ” para influir en el desenlace de este proceso doloroso que ha sufrido el pueblo venezolano. María Corina Machado fue una gran víctima de la represión del régimen y ahora Edmundo Gonzáles tendrá que navegar en esta tormenta feroz, que no termina nunca y que tiene a lo peor de la sociedad venezolana como protagonista.

Ojalá me equivoque y Venezuela logre salir de este agujero negro que mata a su pueblo.

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