Símbolos sin tiempo

La selección española de fútbol

La selección española de fútbol volvió a triunfar hace unos días ante la selección francesa que comenzó marcando a los pocos minutos su primer gol. Ni fue potra ni fue casualidad. Fue simplemente que a lo largo del partido jugaron mejor los españoles y como resultado a ese juego vino el triunfo. No siempre sucede, pero sucedió. Curiosamente fueron miles las personas que también celebraron el éxito español en “todas” las poblaciones españolas, también en las del País Vasco y Cataluña.

En Bilbao se acercaron miles de aficionados, sin complejos, a la plaza Moyúa para vitorear el éxito de España y uno de los gritos que pudieron escucharse durante la noche era el de “mola, mola, mola Bilbao es española”. Cataluña tuvo cerca de un 70 por ciento de cuota de pantalla e igualmente miles de personas, especialmente jóvenes, salieron a celebrar el triunfo de España con alborozo.

Cuando las cosas se hacen bien y salen bien todo es alborozo y alegría. Pero cuando los políticos de turno se empeñan en defender  sus pequeños “GRANDES” feudos e intereses - sobre todo sus sueldos y prebendas - suelen poner boca abajo todas las cosas habidas y por haber, y así aplicamos lo que dice ese refrán castellano y antiguo que nos obliga a pensar: “a río revuelto ganancia de pescadores”. Eso es lo que desarma los países que pretenden desarmar los politicastros que solamente se miran al ombligo. Es lo que suele contribuir a que sucumban las vísceras de una nación antigua que si no permanece unida como hasta ahora, tendríamos como resultado que las posibles “republiquetas” resultantes y minúsculas no vuelvan a tener la posibilidad de saborear en la vida un éxito deportivo de semejante tamaño. Otegi no apoyaba - eso dijo - a ninguna de las selecciones. No estaba con la española porque no se siente español y no estaba con la francesa porque parte de ese País Vasco de sus aspiraciones y devaneos son territorios de Francia que  no lo van a soltarlo para que ese individuo - que fue terrorista con la ETA - pueda hacer elucubraciones e intentar consolidar un “Estado-dictadura” muy parecido a Cuba. Que es lo que quiere. 

Es triste que los propios políticos españoles sean verdugos de una gran nación que desde hace ya muchos años es una democracia. La política llevada a términos absurdos e incoherentes vive ajena a la realidad de un Estado de derecho que celebró en conjunto y por todo lo alto el triunfo con alegría. La selección española triunfó y los españoles lo celebramos como se celebran las cosas importantes.                      

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