La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal itinerante especializada en robos con violencia y hurtos mediante el método del 'abrazo cariñoso', en una operación desarrollada de forma conjunta con la policía de Rumanía y coordinada por Europol. En total se han producido 21 detenciones, 13 en Murcia y 8 en Madrid, y se han realizado 16 registros domiciliarios, cinco en España y once en Rumanía.
Los agentes han intervenido numerosas joyas sustraídas, dinero en efectivo y vehículos de alta gama, y en territorio rumano se han bloqueado 56 cuentas bancarias, así como siete inmuebles y cinco vehículos de lujo pertenecientes a los investigados.
La banda, de origen rumano y formada principalmente por clanes familiares, tenía su base de operaciones en Madrid, desde donde organizaba campañas delictivas por toda España, especialmente en las provincias de Alicante, Murcia y Málaga. Para ello, seleccionaban viviendas de seguridad que utilizaban como centros temporales de coordinación y desde donde distribuían a los equipos y los vehículos.
Dos métodos delictivos bien definidos
La actividad delictiva de la organización se dividía en dos principales modalidades:
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Robos con violencia y hurtos en las inmediaciones de sucursales bancarias, dirigidos principalmente a personas mayores y vulnerables. Actuaban en parejas de hombres, uno a pie y otro en el coche para dar cobertura. El asaltante se aproximaba a la víctima y, mediante engaños o con el rostro cubierto, le sustraía el dinero extraído del cajero.
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Hurtos en zonas turísticas, ejecutados por mujeres organizadas en equipos de hasta cinco personas. Mientras unas vigilaban, otras se acercaban a turistas, simulaban pertenecer a asociaciones de sordomudos y, en el contacto físico, sustraían objetos de valor como relojes y joyas.
El conocido 'abrazo cariñoso', donde la ladrona se acercaba con una actitud amable o afectuosa para sustraer las pertenencias del objetivo, fue una de las técnicas más utilizadas.
Vínculos internacionales y logística del botín
Uno de los clanes se encargaba de realizar viajes exprés desde Madrid a las zonas donde actuaban para recoger los objetos robados y enviarlos por paquetería a Rumanía, mientras financiaban su elevado nivel de vida. El caso comenzó tras un robo violento cometido en Benidorm, lo que permitió conectar diversos hechos similares ocurridos en toda la geografía nacional.
La organización ha sido acusada de 46 delitos contra el patrimonio. La operación policial sigue abierta, y se han emitido órdenes internacionales de detención contra cuatro miembros de la banda aún localizados fuera de España.