Crónica cultural por José Belló

Alhucemas, 100 años después: una conferencia repasa la clave histórica del desembarco

El Ateneo de Madrid ha sido escenario de una destacada conferencia sobre el centenario del desembarco de Alhucemas, un hito militar clave en la historia contemporánea.
Juan Armindo Hernández y Juan Manuel Riesgo - Foto José Belló Aliaga
photo_camera Juan Armindo Hernández y Juan Manuel Riesgo - Foto José Belló Aliaga

El evento, celebrado en el marco de la Tertulia César Herrero y moderado por Juan Armindo Hernández, contó con la intervención del profesor Juan Manuel Riesgo, experto de la Universidad Complutense y C.UNED-FAS, además de antiguo Jefe de la Sección Histórica del Museo del Aire.

Un análisis detallado de la operación que marcó la historia militar

El profesor Riesgo ofreció una conferencia minuciosamente documentada sobre el desembarco de Alhucemas, considerada la primera gran operación aeronaval de la historia. Siguiendo el esquema explicativo del cuadro “El desembarco de Alhucemas” de J.A. Abellán (1996), el experto desgranó los momentos más relevantes de la ofensiva militar.

El 8 de septiembre de 1925, a las 6:30 horas, los acorazados “París” y “Alfonso XIII” iniciaron el ataque sobre las posiciones rifeñas. Posteriormente, a las 8:40, una flota de 160 aviones comenzó un bombardeo estratégico. El desembarco de las tropas españolas se llevó a cabo con la Legión, liderada por el coronel Franco, y la Mehalla, perteneciente a la columna SARO. A lo largo de los días siguientes, se desarrollaron intensos combates, incluyendo enfrentamientos cuerpo a cuerpo contra los juramentados de Abdel Krim, que intentaban recuperar las casamatas de cañón.

El impacto de la aviación en la campaña

Uno de los aspectos más innovadores del desembarco de Alhucemas fue el uso estratégico de la aviación militar. Se establecieron aeródromos provisionales en Dar Quebdani y Dar Drius, así como una base en Mar Chica (Melilla) para 18 hidroaviones de la Armada. La Aviación Militar intervino con un total de 136 aviones, además de seis bombarderos Farman Goliath de la aviación francesa. El 8 de septiembre, la aviación lanzó más de 1.395 bombas sobre las fortificaciones enemigas, desempeñando un papel crucial en la destrucción de posiciones de artillería rifeñas.

El 2 de octubre, la ofensiva culminó con la toma de Axdir, la capital rifeña. En este contexto, los Fokker C-IV del Infante Alfonso de Orleans destacaron por su apoyo constante al avance de las tropas españolas, logrando mantener el control aéreo de la zona pese a la pérdida de siete aeronaves.

Un legado de valentía y estrategia militar

El profesor Riesgo subrayó el papel fundamental de las fuerzas navales en la operación. Los cañoneros “Dato” y “Bonifaz” ofrecieron cobertura al desembarco, mientras que el portaaviones “Dédalo” desplegó un dirigible de observación, que pese a ser derribado, pudo ser recuperado. La conferencia también rindió homenaje a los aviadores Nombela y Ordiales, quienes fueron condecorados con la laureada por su destacada actuación en la batalla.

El centenario del desembarco de Alhucemas supone una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de esta operación en la evolución de las estrategias militares modernas. La conferencia impartida en el Ateneo de Madrid ha permitido recordar el valor y la innovación táctica que marcaron este episodio clave en la historia de España y la guerra aeronaval.