El arte no solo se contempla, también se siente. Y ahora, gracias a una investigación pionera del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Quirónsalud y la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), sabemos que esa experiencia estética tiene un impacto medible en la salud emocional.
El proyecto “Emociones a través del arte”, iniciado en mayo de 2024, ha logrado descifrar cómo las obras artísticas influyen en las emociones —conscientes e inconscientes— de los espectadores, y cómo este impacto puede beneficiar su bienestar.
Arte, ciencia y salud: una conexión que se mide
Durante ocho semanas, un equipo multidisciplinar liderado por las investigadoras Ana Reyes (URJC) y Rebeca Antolín (URJC) analizó la reacción emocional de 127 participantes al observar 125 obras de arte de las colecciones Thyssen-Bornemisza y Carmen Thyssen. Gracias al uso de tecnologías punteras como eye-tracking, reconocimiento facial y respuesta galvánica de la piel (GSR), los investigadores registraron más de 9.500 estímulos biométricos y 3.175 autoinformes emocionales, generando una base de datos sin precedentes de más de 12.700 métricas emocionales.

¿Qué sentimos al mirar un cuadro?
Los resultados revelan que el color, la composición y los rostros humanos en las pinturas son elementos clave en la activación emocional. Por ejemplo, tonos cálidos y estructuras equilibradas generan emociones positivas, mientras que los contrastes de luces y sombras intensifican respuestas emocionales más complejas. Obras como La Cena de Emaús de Matthias Stom inducen contemplación y serenidad, mientras que El violinista alegre con un vaso de vino de Gerard van Honthorst activa sensaciones dinámicas y positivas.
Además, se identificaron pinturas que evocan exclusivamente emociones positivas o negativas, confirmando que las características visuales de una obra no solo dirigen la atención, sino que influyen profundamente en el estado anímico del espectador.
El arte como herramienta terapéutica
Este estudio posiciona al Museo Nacional Thyssen-Bornemisza como el primer museo en realizar un análisis científico exhaustivo sobre la respuesta emocional ante el arte. La investigación abre nuevas líneas para aplicar el arte en terapias emocionales y programas de salud mental.
Evelio Acevedo, director gerente del museo, destaca que “el arte tiene un impacto positivo en la salud y en el bienestar de las personas. Esta colaboración con Quirónsalud y la URJC representa un avance en el uso terapéutico del arte, alineado con las recomendaciones de la OMS”.
En la misma línea, la doctora Cristina Caramés, directora asistencial de Quirónsalud, afirma que “la experiencia emocional es clave para el bienestar, y este estudio amplía el conocimiento clínico desde una perspectiva innovadora”.
Una experiencia digital personalizada
Fruto del estudio, el museo ha lanzado una experiencia visual interactiva única, accesible desde su sitio web, que permite a cada visitante descubrir qué emociones despiertan en ellos las distintas obras. Esta propuesta convierte la contemplación del arte en un proceso de autoconocimiento ligado a la salud emocional.
Accede a la experiencia en línea aquí:
https://www.museothyssen.org/especial/emociones-arte/estudio-cientifico/es/emociones