El Instituto Cervantes acogió un emotivo acto en el que el cantautor catalán entrega objetos personales y recibió el XXIX Premio Antonio de Sancha 2025, galardón de los editores madrileños por su contribución a la cultura hispánica
El galardón, concedido por la Asociación de Editores de Madrid, reconoce al cantautor catalán como “un ejemplo de honestidad personal e intelectual, y por su obra como parte fundamental de la educación sentimental de varias generaciones en España y América Latina”. La entrega del premio ha tenido lugar tras la ceremonia de depósito del legado, en la que han participado el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y el presidente de la Asociación de Editores, Manuel González.
Un legado cultural para las futuras generaciones
Antes de recibir el galardón, Serrat accedió a la caja número 1276 de la famosa Caja de las Letras, donde dejó depositadas piezas fundamentales de su carrera artística: la partitura original con anotaciones manuscritas de Mediterráneo, su primer disco grabado en catalán en 1965, un libro de Miguel Hernández con notas personales —adquirido clandestinamente en tiempos del franquismo— y su máquina de escribir “Brother. Echelon 44”, con la que redactó parte de sus primeras canciones.
"Me gusta pensar que estos objetos, que tanto significan para mí, ahora quedarán aquí, cuidados y con sentido", comentó Serrat, visiblemente emocionado. También señaló que no había concebido nunca dejar un legado: "Nunca escribí ni hice nada pensando en dejar herencia, simplemente fui viviendo y haciendo lo que amaba".
Una vida entre la canción de autor y la poesía
Joan Manuel Serrat (Barcelona, 1943) ha sido figura clave de la nova cançó catalana, movimiento que impulsó el uso del catalán en la música durante la dictadura franquista. Su trayectoria ha estado marcada por su compromiso con la poesía, la música y la libertad de expresión. Ha puesto voz a versos de poetas como Antonio Machado, Miguel Hernández, Mario Benedetti o Joan Margarit, convirtiendo sus canciones en himnos generacionales.
García Montero destacó que Serrat ha sido “capaz de construir una educación sentimental colectiva” a través de sus letras y melodías, y subrayó su influencia poética: “El noi del Poble-sec supo poner versos en nuestras bocas, unir a España y América Latina, y recordarnos que el sur también existe”.
Reconocimiento a una trayectoria de referencia cultural
El Premio Antonio de Sancha, que toma el nombre del impresor del Quijote, se entrega desde 1996 a figuras destacadas de la vida cultural. Al recibirlo, Serrat agradeció el gesto con humildad: “Estos premios, cuando vienen con respeto y cariño, provocan lo mismo en quien los recibe. Y aunque algunos hayan podido estar mejor en otras manos, siempre me he sentido agradecido”.
Manuel González, presidente de los editores madrileños, calificó a Serrat como “un referente moral y cultural para nuestro país. No solo ha sido un gran artista, también una buena persona. Y eso, a veces, es aún más difícil”.
Un regreso artístico en el horizonte
Durante el acto, en conversación con el periodista Diego A. Manrique, Serrat dejó entrever la posibilidad de volver a los escenarios y hasta de grabar un nuevo disco. “Me gusta trabajar. No descarto nada… podría volver en cualquier momento”, confesó ante los aplausos del auditorio.
Aunque también se mostró crítico con las actuales plataformas digitales: “No favorecen al creador. Me gustaría encontrar una alternativa para comunicar mis canciones como se merecen”.