Las peñas de Móstoles rindieron homenaje el pasado sábado a una de las tradiciones más arraigadas del municipio: los “quintos de mayo”. La jornada, cargada de simbolismo y arraigo popular, incluyó el ya tradicional traslado de un árbol desde el Parque de El Soto hasta el Parque Cuartel Huerta, evocando la costumbre que antaño marcaba el paso a la vida adulta de los jóvenes mostoleños que iban a cumplir con el servicio militar.
La celebración comenzó por la mañana con la plantación de un árbol conmemorativo en el Parque de El Soto, coincidiendo con la celebración del Día del Árbol. Este año, la peña El Soniquete fue la encargada de descubrir la placa conmemorativa que acompaña al nuevo ejemplar plantado. El acto contó con la presencia del alcalde de Móstoles, Manuel Bautista, así como con concejales del equipo de Gobierno, el presidente de la Federación de Peñas, Enrique Saiz Goyenechea, y representantes de numerosas peñas locales.
Posteriormente, y como es habitual en esta festividad popular, los asistentes disfrutaron de una fiesta campera y un almuerzo multitudinario, antes de dar paso al momento más esperado de la jornada: el traslado simbólico del árbol. En una animada comitiva, las peñas recorrieron el trayecto que une el Parque de El Soto con el Parque Cuartel Huerta, reviviendo la subida de mayo que, en décadas pasadas, realizaban los jóvenes del municipio conocidos como “quintos”.
Una tradición que mantiene viva la historia local
El evento tiene como objetivo preservar la memoria colectiva y reforzar la identidad cultural de Móstoles, rememorando prácticas que forman parte del imaginario histórico del municipio. La iniciativa se ha convertido, con los años, en una cita ineludible del calendario festivo local, impulsada por la colaboración entre el Ayuntamiento y la Federación de Peñas.
Con la celebración de los “quintos de mayo”, Móstoles no solo rinde tributo a su historia, sino que también reafirma el papel de las peñas como dinamizadoras sociales y culturales del municipio.