Sofía entre libros

Oposición de Sara Mesa o cómo hacer un retrato de la función pública de nuestros días

Me suele costar bastante escribir un artículo dedicado a un único libro porque tengo la sensación de que es difícil hablar mucho de uno sin destriparlo, pero lo voy a intentar con la última novedad editorial de Sara Mesa que he terminado recientemente, Oposición

Esta autora alcanzó gran fama con su novela Un Amor, adaptada posteriormente al cine por Isabel Coixet. Interpretada magistralmente por Laia Costa y Hovik Keuchkerian, nos cuenta la historia de Nat, de 30 años que decide dejar atrás su vida en la ciudad, refugiándose en un pequeño pueblo de la España rural más profunda. En una casa de campo absolutamente destartalada, con un perro callejero aparecido de la nada, intenta reconducir su vida. Además el entorno no se lo pone nada fácil, tiene un casero que es la pesadilla de cualquiera y los habitantes del pueblo la tratan con gran desconfianza. Pero, un buen día, su vecino Andreas le hace una propuesta de tipo sexual y ella se ve impelida a aceptarla. El resultado de esta relación es completamente inesperado para Nat que se ve envuelta en una pasión obsesiva que la supera y le hace cuestionarse hasta quién cree ser. Tanto el libro como la adaptación cinematográfica encumbraron a la autora y son pocos a los que no les suena el nombre de Sara Mesa. En mi caso particular, me gustó el libro pero no me fascinó, igual que la película que me parece que le falta un puntito luminoso para que no resulte deprimente. 

En cualquier caso hoy os traigo su último libro que sí me ha encantado, Oposición. Aunque al principio no parezca una temática trepidante, el libro no trata exactamente de la famosa preparación de un examen imposible para acceder a la función pública en nuestro país -experiencia que viví en primera persona- sino que nuestra protagonista, joven y recién licenciada, consigue un puesto de interina en una oficina administrativa, en la que, por supuesto nada es como ella creía. Primero se tira semanas sin tener absolutamente nada que hacer, persiguiendo a distintos funcionarios para ver si por lo menos la invitan a desayunar. Cuando conoce a su superiora, tampoco se le aclaran mucho sus funciones. Pero llega el ansiado día en el que, por fin, se le asigna una tarea: gestionar las reclamaciones de un nuevo mecanismo de quejas que se está implantando. Pero, ¡oh sorpresa! las únicas llamadas que recibe son porque alguien se confunde con el teléfono y en realidad quiere reservar mesa en un restaurante. Así transcurren sus días hasta que se le ocurre una solución mágica para justificar ante los demás que trabaja y que terminará metiéndola en no pocos líos. Si lo pensamos no deja de ser bastante absurdo el que alguien tenga que inventar su propio trabajo, incluso en la administración pública. 

Además el gigantesco edificio al que ha sido destinada, juega un papel hostil también en la novela. Sus compañeros funcionarios son, como poco, peculiares y mucho mayores que ella y realizan su trabajo con ese tipo de apatía del que únicamente ha tenido una experiencia laboral en toda su vida. Mientras esperamos a que todas las consecuencias de sus actos estallen de forma irreversible, una compañera la convence para preparar una oposición y lograr, así, que la plaza sea verdaderamente suya. Que en ese entorno ella decida comenzar estudiar es una buena incógnita que veremos resuelta al final del libro.

Como os he dicho antes, hace unos años comencé a preparar una oposición A1, varios años después de haber finalizado mis estudios. El por qué es una buena pregunta, siendo como fui una buena estudiante parecía un camino sencillo, pero por supuesto no fue, ni remotamente, así. Imaginaréis que suspendí, estrepitosamente, nunca pasé del primer ejercicio, desde luego fue una buena cura de humildad por si alguna vez se me había ocurrido creerme mejor que los que suspendían a mi alrededor. Ahora, además, se da una gran paradoja en mi vida porque ayudo a otros a aprobar oposiciones de todo tipo. 

Por eso este libro me atrajo desde el primer momento porque aborda de una forma mordaz y brillante el mundo del funcionariado con el que, antes o después, todos nos topamos. Os recomiendo mucho Oposición de Sara Mesa porque es un libro que os hará reír pero también pensar y que puede ser de todo menos tedioso. Nos leemos próximamente, gracias por estar ahí.