Anécdotas literarias de Madrid

El callejón del gato

Luces de Bohemia - Wikipedia
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Es la calle repleta de leyendas estrambóticas y singulares que ya en el callejero de Espinosa de 1769 y hasta 1918 se llamó “Calle del Gato” y que a partir de esa fecha llevó el nombre del poeta madrileño del siglo XV Juan Álvarez Gato, quien fuera el primer poeta madrileño del que se conoció su nombre. Gómez Manrique  llegó a decir que “fablaba perlas de plata”. Así es como se rebautizó una calle madrileña que ha sido transitada y conocida popularmente en la Villa como “El callejón del gato”: une las calle Espoz y Mina con la calle Núñez de Arce, antigua calle de la Gorguera. 

Fue la pequeña rúa donde en pleno siglo XIX se instaló el almacén de espejos de Juan Rodríguez y a continuación el comercio ferretería de Juan Canosa en el que se siguieron vendiendo espejos, otros artículos modestos y diversos tipos de lámparas, sobre todo lámparas fúnebres, de las que antiguamente se colocaban en los panteones. El establecimiento se fue heredando sucesivamente por otros miembros de la familia Canosa y cambiaba de nombre a lo largo de los años y de modo sucesivo. Fue el comercio de José Canosa, Canosa e Hijo o Ángel Canosa. Uno de esos primeros establecimientos fue el que colocó como reclamo publicitario esos espejos cóncavos y convexos que inspiraron a Valle-Inclán para escribir su obra “Luces de Bohemia” (la primera versión se publicó en entregas semanales entre el 31 de julio y el 23 de octubre de 1920 en el semanario “España”. La versión definitiva ligeramente aumentada se editó en 1924)  que dio cobertura a los famosos “esperpentos” con los que el autor indagaba en la deformación de lo real, creando una obra insólita y sorprendente, en la que los personajes tomaban nuevas posturas y nuevas referencias porque eran capaces de transformarse en seres disparatados e incluso contradictorios. “El callejón del gato” fue para Valle-Inclán fuente de inspiración a través de un poeta ciego que vagabundea por el Madrid más nebuloso y escabroso de aquel tiempo mohíno. Los personajes principales Max Estrella (poeta andaluz ciego, absolutamente incomprendido y pobre de solemnidad, que vive con su mujer y su hija, y que se considera el primer poeta de España) y Don Latino de Hispalis (un viejo asmático, con gafas de alta graduación) reflexionaban, en estado de embriaguez, como Dios les daba a entender y, seguramente, lo hacían de un modo parecido a cómo eran capaces de reflexionar algunos de individuos de aquel tiempo que frecuentaban las tabernas, y así se iba urdiendo la distorsión aberrante que los convertía en algo diferente a lo que se supone que eran. Otros personajes que acompasaban la obra de Valle-Inclán fueron: Zaratustra, un librero jorobado que tenía un gato, un perro, un loro y un ratón. Don Gay, también viejo y que vestía con ropa muy antigua. Pica Lagartos, el tabernero y su empleado. Enriqueta, mujer de vida compleja y libertaria que tenía un ojo seco y descarnado y otros muchos personajes que celebran con alborozo la intrépida vida del Madrid de aquel tiempo.  

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