Reflexiones Australes

Cuando salí de Cuba

Nunca podré morirme, mi corazón no lo tengo aquí. Allí me está esperando, me está aguardando que vuelva allí. Cuando salí de Cuba, dejé mi vida, dejé mi amor. Cuando salí de Cuba, dejé enterrado mi corazón. Esta es parte de la letra de la famosa canción de Luis María Aguilera Picca, quien naciera en Argentina en 1936 y falleciera en Madrid en 2009. Su nombre artístico era Luis Aguilé y grabó más de 800 canciones. Vivió en Cuba algunos años y en los sesenta cuando tuvo que salir de la isla, grabó la canción que lo llevaría a la fama. Al poco tiempo, la canción se transformó en un himno de los cubanos exiliados, principalmente en los Estados Unidos. Aguilé se trasladó después a España en donde vivió hasta su muerte.

Lo que sucede hoy en Cuba, es probable que se repita en Venezuela. Han pasado 66 años desde que la dictadura castrista tomara el poder y transformara a la isla más rica del Caribe, en una nación pobre y sin esperanzas. El desabastecimiento, la falta de energía, el control total de los medios de comunicación y una represión brutal, son las características actuales de un país precioso. Cuando los cubanos perseguidos hubiesen esperado acciones concretas, para remover a los delincuentes que gobiernan en la isla, la realidad ha sido todo lo contrario. España, que debió liderar la ofensiva contra la dictadura, ha sido cómplice. Inversionistas españoles han invertido en la isla y las relaciones diplomáticas con Cuba, continúan como si nada.

Lo que sucede actualmente en Venezuela, ha invisibilizado la crisis cubana. Ya son 3 los países secuestrados por dictadores siniestros: Cuba, Venezuela y Nicaragua, que enfrentan dramas similares. Naciones Unidas ha sido también cómplice de la tragedia cubana, lo mismo que la Unión Europea, que se jacta de defender derechos humanos, pero sus miembros no retiran a sus diplomáticos de la isla y continúan comerciando con los tiranos. Es el momento de enfrentar, por la razón o la fuerza, a estas 3 dictaduras criminales y liberar a sus pueblos. Lo anterior no se resuelve dialogando, con quienes no quieren dialogar. La izquierda dura, también en España, va arrinconando a los ciudadanos, por tener al frente opositores cobardes que solo hablan, pero no actúan.

El drama venezolano, no es distinto al cubano. La diferencia está en la percepción del mundo, acerca de cada dictadura. En el caso de Cuba se “normalizó” la realidad. En el caso de Venezuela, hay una oposición en la calle protestando, y una dictadura matando. Si no se llevan adelante acciones concretas, Maduro, tal como los Castro, agotará la resistencia de sus opositores, quienes para salvar su vida deberán callar.

La famosa revolución cubana, resultó ser una estafa. Los medios de comunicación, mayoritariamente zurdos, han validado a la dictadura cubana y el mundo progre europeo se ha tragado el cuento. En España en particular y en Europa en general, se sabe poco de Hispanoamérica y se defiende poco la verdad. Muchos complejos heredados de la guerra (II guerra mundial y guerra civil) han generado mitos y complejos de culpabilidad. Para que decir Alemania, donde este problema tiene su máximo ejemplo. Lo que viene para Cuba, dependerá en gran medida de cómo se resuelva la crisis venezolana.

La reciente canción compuesta por José Luis Rodríguez: Gloria, gloria Venezuela. Tiemblan los enemigos, Dios está contigo, tú vas a ganar. Yo regresaré a la Caracas bella, donde las estrellas brillan en la noche. A la ciudad que un día fue la maravilla, reino de los hombres y con mi bravo pueblo vamos a celebrar, con gente de los cerros cantando en libertad.

8 millones de venezolanos han dejado su país y antes en Cuba más de 3 millones debieron salir y muchos más quisieran emigrar. Lo sucedido en Cuba no ha sido suficiente para hacer entender a las élites que con las dictaduras no se negocia.