La mirada de Ulisas

Llamamiento de los judíos

LA MIRADA DE ULISAS se detiene en un llamado que hacen los judíos: por favor no nos maten, repudien ni repitan lo que la Historia les ha mostrado sobre nuestras persecuciones y acosos por el mero hecho de ser parte del pueblo de Israel, el bien llamado pueblo del libro. En el Holocausto pagamos un precio demasiado elevado por ser quienes somos. Seis millones de almas fueron pulverizadas o en humo transformadas. Entre ellas, mujeres, ancianos, niños y adultos que llevaban la estrella de David en el pecho. Una persecusión feroz que la Humanidad sigue calificando de vergüenza universal. Varios fueron los puntos de vista para semejante crueldad como los viejos prejuicios de que los judíos mataron a Cristo y por lo tanto son condenables a perpetuidad o que vinimos a explotar al semejante o aún que somos una raza inferior etc... ¿Quién puede calificar la raza humana como mejor o peor?, si todos debemos ser UNO en el Universo, creados a semejanza de un Ente Todopoderoso, llámase como se quiera nombrar. Todos deben tener cabida en el planeta Tierra. Y los judíos, que formamos uno de los pueblos más antiguos que permanecen en la actualidad no aterrizamos en este plano en plan de guerra ni de importunar a la Humanidad. Nuestras acciones relacionan lo contrario. Por ejemplo, supimos antes que muchas otras culturas sepultar a nuestros muertos al saber que nada nos llevaríamos a la tumba ni al más allá. Sólo nuestras acciones buenas o malas. Jamás en nuestros museos se registran entierros con trasteos. Algo de sabiduría existe en nuestros genes. Queremos aportar la luz que nos dieron para contribuir con beneficios para el mundo, tal como lo hemos venido haciendo de manera generosa y sin egoísmos de ninguna clase. Los inventos e innovaciones que realizamos son para compartirlos, como la entrega de la invención del riego gota a gota a los sitios más remotos para permitir que florezca la humanidad y la gente no muera de hambre. Del desierto hicimos un oasis. De la ciencia mucho desarrollo, Albert Einstein, uno de los buenos ejemplos. De la medicina excelsos adelantos y de la filosofía grandes nombres como Maimonides, Spinoza y otros tantos. Sin olvidar el hecho de que en proporción surtimos una de la mayor cantidad de premios Nobel con relación a otras naciones. En ningún momento nos educan para dañar, aunque existan casos aislados que salen de control y confirman la regla. Las Tablas de la Ley con sus diez mandamientos representan la base de nuestra educación y la Biblia, el libro más leído y vendido del mundo, el referente de cabecera y faro de la conducta nuestra. Por supuesto, no somos perfectos como no lo somos ninguno de los terrícolas. Arribamos a esta dimensión con los defectos que cada individuo debe pulir para lograr su propia evolución. Camino solitario o misión de vida de cada ser humano, para poder aspirar al título de “persona a cabalidad”, luego de librar un trabajo interior, que responde al llamado personal de cada sujeto para que siga fraguando su personalidad y el sentido de su existencia.  Una labor intransferible que cada ente debe asumir para realizarse como humano, lo que debemos lograr todos sin distingo de razas ni de creencias, ni aún de disposiciones.

La mirada de Ulisas, lejos de querer hacer la apología del judío, intenta con sus reflexiones contrarrestar la ola de antisemitismo que se despierta cada vez que el mundo anda mal. Ese fenómeno recuerda lo que sucede en las minas, cuando el canario es el primero en percatarse e informar sobre el desastre que va a suceder. Al judío lo culpan de lo malo. Pocas veces le resaltan su valor como personaje que aporta beneficios y por ser dueño de cierta intuición. Cuando se hacen notar por algo bienhechor, inmediatamente existe el dicho, es que ellos se ayudan entre sí demeritando el logro alcanzado. La unión del judío les resulta incontestable. Y así lo indica la Biblia, ya que somos tan pocos en el mundo, alrededor de diez y seis millones en total, que deberíamos basar nuestra fuerza en la alianza, más no siempre ocurre así. Cada vez que el pueblo judío se divide, lo acosan los desastres para recordarle que nunca puede desunirse, a pesar de las diferencias que existan entre los individuos. Es su gran lección. Hay que resaltar que Israel mantiene un crisol en su haber, inmigrantes de todas partes del mundo con sus costumbres y predilecciones. Amalgamar tantas tradiciones es ardua tarea, aunque básicamente por regirse por los diez mandamientos ya se da el puente para el entendimiento. Se hace pasarela que crean lazos y la unión de un pueblo que debería corresponder a los vínculos de sangre, por ser hermanos de las mismas creencias y avatares. Los une una historia común y hábitos que se han mantenido por siglos, a pesar de la devastación en los progroms que traducen masacres a los judíos ( hoy extrapolado al exterminio de otros pueblos)  y anhelos de destrucción a los que se han visto expuestos. El escritor argentino José Hernández en su obra maestra: “El Gaucho Martín Fierro” lo expresó con sus sabias palabras: “Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera.” Ha sido el caso donde el odio o la desunión se han forjado como en la época de la destrucción del primer y segundo templo en Jerusalén, la Torre de Babel por citar algunos datos relacionados con la Historia judía, base de muchas civilizaciones. En el último año se vio la desunión del pueblo judío, lo que debilitó su defensa. Y la mirada de Ulisas al detenerse en las efemérides en Israel, sintió que algo lamentable se avecinaba, por conocer de cerca que la unión hace la fuerza y que la coalición no responde a un pensamiento monolítico. Las fuerzas contrarias deben encontrar un equilibrio para que una sociedad funcione como Dios manda, con el amor al prójimo así sea diferente en su manera de pensar y actuar. ¿Quién ha dicho que una persona detenga la verdad? si es una realidad que se debe compartir con los diversos enfoques que guían hacia la tolerancia y el respeto, sentimientos que imponen sus valores y principios. Nunca se puede perder de vista que el verdadero enemigo vive por fuera con deseos de destruir al judío por ser una persona diversa a ciertos propósitos de otras culturas, como puede ser el fanatismo de los extremistas de Mahoma, que piensan que la muerte de un judío bajo sus manos lo llevará al paraíso terrenal, donde los esperan setenta vírgenes.  Se presentan choques de civilizaciones donde difícilmente se puede llegar a acuerdos, ya que la única forma de permitir la muerte como tal para el judío es en defensa propia, y en demasiados episodios le ha tocado al pueblo judío estar a la defensiva. En estos momentos tan cruciales para su supervivencia, vemos que el pueblo se ha unido en una causa común: derrocar el terrorismo, que no le hace ningún bien a la Humanidad. La arrastra hacia la oscuridad. Occidente con sus luchas y batallas ha alcanzado un modo de vivir y de ser que señalan el sendero hacia la luz con la presencia de las democracias, la noción de libertad de ser y el respeto a los derechos de la mujer además de otros bienes adquiridos en el proceso hacia el progreso. Apreciables ideas y propuestas coincidentes con el pensamiento judío desde tiempos ancestrales, con la conciencia de que de la esclavitud hay que huir o destronarla al igual que combatir cualquier ignominia que se presente para detener el crecimiento de la Humanidad o el querer sembrarla en las tinieblas.