La mirada de Ulisas

La guerra que se libra en el Medio Oriente entre Israel y Gaza

LA MIRADA DE ULISAS se centra en el nuevo conflicto amargamente doloroso para la Humanidad y para aquellos como Ulisas, ferviente amante de la paz. La nueva guerra que se libra en el Medio Oriente entre Israel y Gaza, luego de las masacres del 7 de octubre a manos de terroristas de Hamás en terreno israelí, responde a una noción de corte fanático y de choque de civilizaciones, a pesar de que unos cuantos quieran acomodarlo a un problema netamente territorial. Debemos remontarnos a la Historia cuando el presidente Mustafa Kemal Atatürk quiso liberarse de conceptos tan rígidos y buscar la modernidad para su pueblo, rompiendo el esquema que traía el mundo musulmán y liberando a Turquía de un peso medieval y ciertamente arcaico para las democracias del mundo. Como respuesta surgió el movimiento de los Hermanos Musulmanes, ultra extremista, que dio nacimiento a otros partidos como Hamás, Daesch, Isis etc.  Grupos terroristas en choque contra los valores occidentales, donde los derechos de la mujer fueron altamente revaluados y las diversas tendencias humanas aceptadas. Conquistas de pensamientos o conceptos impuestos y valorados por la modernidad. Negadas por los terroristas. Las democracias del mundo como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania, España etc… se unieron para defender la igualdad, la fraternidad y la libertad. Valores y principios ajenos a las ideologías del Medio Oriente en general. Sólo Israel se mantiene firme en sus propósitos de respetar los ideales de la democracia y es reconocido como el único país liberal y democrático de la región, donde las manifestaciones están a la orden del día y los desacuerdos se ventilan libremente. 

Si el conflicto fuera solamente territorial como lo quieren englobar, Estados Unidos con sus Torres Gemelas y los numerosos atentados en nombre de un dios de la muerte, ni Francia con los horrores vistos a manos de los terroristas ni aún Inglaterra, también víctima de violencias, como España y otros lugares, no habrían sufrido similares consecuencias. Es de preguntarse entonces si los espantos cometidos por Hamás aquel nefasto 7 de octubre donde volaron cabezas, hubo violaciones, inmolaciones, secuestros de mujeres, niños y ancianos; actos atroces que prefiero no nombrar por respeto a las víctimas, ¿acaso? no son el resultado de una guerra de valores y principios: un combate de culturas.  Hemos visto lo que han hecho con las masacres a católicos y cristianos en otros lugares, todo ello por imponer una única voz de acción: la dictadura de los fundamentalistas. 

Es el momento de recapacitar que Israel se convierte en un rompeolas de grupos de otras corrientes que anhela imponer su mandato, el primero asesinar a todos los judíos del mundo (recuerda la política de un abominable Hitler, condenado por el mundo luego de la pérdida de 6.000.000 de almas judías, otras disidentes, y muchas por tener tendencias inaceptables, según el criterio estrecho y obtuso de un Hitler), y luego, sin reparo seguir aniquilando a las demás naciones que no obedezcan o sigan las leyes del Corán. 

Se repiten los tiempos, pero esta vez Israel no está dispuesto a desaparecer. Se le dio su lugar luego de cumplir con la promesa bíblica y el derecho a volver a la tierra de los ancestros. Nunca se ha opuesto a dos estados, inclusive en las negociaciones devolvieron gran parte de los territorios ocupados y conquistados en guerra con el fin de obtener acuerdos de paz, (¡asunto que no es común luego de batallas ganadas!!!) y como respuesta se dieron atentados y más atentados: una época negra para la Tierra Prometida. Entendió muy rápido que debía reforzar su defensa y atenerse a nuevas ofensivas. Se han dado de manera sucesiva, a pesar de que Israel sólo anhela vivir en paz y en progreso, que comparte con sus semejantes. Entrega sus invenciones y sus desarrollos para beneficio de la Humanidad, y no son pocos ni contados en ciencia, medicina y tecnología. 

Quien empieza la guerra siempre es Hamás mandando misiles y esta vez se le pasó la mano, la cabeza, los pies y todo lo que se pueda concebir como humano. Cayeron en lo bárbaro, salvaje y cruel, le caben todos los sinónimos, al dar un espectáculo de carnaje nunca visto. Actos condenados por el mundo, menos por aquellos gobiernos cuyas banderas ondulan con el terrorismo. Al defenderse Israel empezaron las condenas, cuando sabemos que la legítima defensa es lo lógico, olvidando que el verdadero propósito es el de convertirse en dique para que otros países de avanzada no corran con la mala suerte de ser sometidos a regímenes de horror. 

No nos hagamos los locos que cuando el pánico toque a sus puertas ya veremos las reacciones que tendrán y sólo entonces, que espero no sea demasiado tarde, comprenderán la peligrosa, difícil, complicada, penosa y sagrada misión de Israel.