Ingeniero y Académico

La OTAN cumple 75 años ¡más viva que nunca!

El pasado día 4 de abril la OTAN cumplió su 75 aniversario. 75 años desde que se firmó el Tratado del Atlántico Norte, o Tratado de Washington, que establecía un sistema de defensa colectiva, en el cual los Estados integrantes acordaron defender a cualquiera de sus miembros que sea atacado por una potencia externa (en aquella época la URSS).

Lo países firmantes de aquel Tratado del Atlántico Norte fue sancionado por el Reino Unido, los Reinos de Bélgica, de Dinamarca, de Noruega, de los Países Bajos, el Gran Ducado de Luxemburgo, las Repúblicas de Francia, de Islandia, de Italia, de Portugal, los Estados Unidos de América y Canadá.

Desde 1949 se fueron uniendo más naciones, Grecia y Turquía en 1952, la entonces Alemania Occidental en 1955, y España en 1982. Tras la caída de la URSS se adhirieron, entre 1999 y 2020, nada más y nada menos que catorce naciones (Hungría, Polonia, República Checa, Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Albania, Croacia, Montenegro y Macedonia del Norte, alcanzando los treinta Estados Miembros.

En 1954, la Unión Soviética propuso su unión a la OTAN, con el objetivo de mantener la paz en Europa, evidentemente la propuesta de Moscú fue rechazada.

Tras la caída de la URSS a principios de los años 90 del siglo pasado comenzaba en la OTAN una etapa que muchos han definido de “estancamiento” al haber desaparecido el enemigo principal que justificaba la Organización, la Unión Soviética, lo que llevó a que la Organización ampliase sus actividades a situaciones políticas y humanitarias que antes no habían sido preocupaciones de la OTAN, como la desintegración de Yugoslavia, donde la OTAN llevó a cabo sus primeras intervenciones militares en Bosnia de 1992 a 1995 y más tarde en Yugoslavia en 1999 durante la guerra de Kosovo.

A comienzos de este siglo la OTAN tuvo que hacer frente a la Guerra de Afganistán, tras la invocación, por parte de los Estados Unidos de América, del famoso artículo 5 del Tratado (que compromete a cada Estado miembro a considerar un ataque armado contra un Estado miembro como un ataque armado contra todos ellos) tras el ataque terrorista del 11 de septiembre.

Así pues, la OTAN estrenaba siglo interviniendo en Afganistán, y en 2004 participando en la Misión de Entrenamiento en Irak, para ayudar a las fuerzas de seguridad iraquíes, y en 2011 con la participación en el embargo de armas a la República de Libia.

A parte de esos conflictos la OTAN ha tenido que hacer frente a su financiación. Tras la  Cumbre de Newport de 2014, los países miembros acordaron como objetivo aumentar su gasto en defensa hasta llegar a un mínimo del 2% de su PIB en 2024, estando hoy día, muchos de los Estados Miembros, lejos de cumplir con ese objetivo. Este fue uno de los puntos, el de la financiación, que obsesionaron al Presidente Trump durante su mandato y que, en caso de que gane las próximas elecciones a la Casa Blanca, no parece que este tema haya sido olvidado. Aquí hay que tener en cuenta que EEUU contribuye con un gasto del 3,5% de su PIB, siendo uno de los principales contribuyentes de la Organización.

Pero sin duda uno de los principales retos de la OTAN en este siglo ha sido su frontera Este.

Tras el ingreso en la OTAN de muchas naciones de antigua influencia soviética, la relación con el vecino del Este, la Federación Rusa, ha sido hasta la invasión de Ucrania en 2020, por decirlo de modo suave, “tirante”. En la cumbre de Varsovia de 2016 los países de la OTAN acordaron la creación de la Presencia Avanzada Mejorada de la OTAN que desplegó cuatro grupos de batalla multinacionales del tamaño de un batallón en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.

Tras la invasión de Ucrania por parte de la Federación Rusa en febrero 2022, la OTAN ha desplegado 40.000 soldados a lo largo de su flanco oriental de 2.500 kilómetros para disuadir la agresión rusa. Más de la mitad de este número ha sido desplegado en Bulgaria, Rumania, Hungría, Eslovaquia y Polonia. 

Así mismo, en 2022, tras la invasión de Ucrania, solicitaron ingreso en la OTAN la República de Finlandia y el Reino de Suecia, naciones que, pese a cierta reticencia turca inicial, han ingresado en la Organización en 2023 y 2024 respectivamente, por lo que la Organización ya suma treinta y dos naciones.

Treinta y dos naciones que tienen que hacer frente a la situación de Ucrania, en cuya Guerra con Rusia los Estados Miembros de la OTAN han venido apoyando con armamento y financiación desde el comienzo del conflicto, conflicto que, por otro lado, no tiene visos de tener un fin cercano.

La OTAN, según lo establecido en su artículo Nº 6, establece que, si bien algunos de los países miembros también tienen territorio en otros continentes, sólo están cubiertos por el sur hasta el Trópico de Cáncer que, junto con el Océano Atlántico define el "área de responsabilidad" de la OTAN.

Lo que deja la inmensa región de El Sahel dentro de los márgenes de la OTAN, con todos los problemas que conlleva esa región (migración, grupos yihadistas campando a sus anchas, y presencia rusa) para la frontera sur de la OTAN, frontera en la que, por otra parte, está ubicada España.

En estos cuatro últimos años hemos visto como la OTAN está haciendo frente a múltiples focos de conflicto, principalmente Ucrania. Está aumentando sus Estados Miembros, y estos están, poco a poco, aumentando su presupuesto de gasto militar para alcanzar la cuota del 2% del PIB. Signos pues de que la OTAN está más viva que nunca.

No obstante, veremos como hace frente la OTAN a un posible cambio de gobierno en los Estados Unidos, con una más que posible victoria de Trump, y como se enfrenta a OTAN a un cada vez más conflictivo frente Sur (vuelvo a insistir en la inestable región de El Sahel).

Lo que sí está claro es que, si los ciudadanos del mundo Occidental y democrático hemos podido disfrutar de 75 años de libertad y paz, así como sentirnos seguros ante las intenciones de otras potencias, es, sin lugar a dudas, gracias al escudo que nos brinda la OTAN.

Brindo pues por otros 75 años de OTAN.