Crónicas de nuestro tiempo

Asalto a la democracia

Todo sucedió, bajo la idea de José Luis Rodriguez Zapatero, con la colaboración de Baltasar Garzón, Pablo Iglesias, Errejón y Monedero, como asesores expertos del comunismo bolivariano encubierto en una supuesta democracia.

Se trataba de encontrar el momento y el personaje para liderar la candidatura socialista que permitiese ganar las elecciones mediante acuerdos con otros grupos parlamentarios que sumando mayoría, consiguiesen echar del gobierno al PP y cambiar la Constitución.

El propósito era localizar un candidato locuaz, capaz de convencer y  seducir a un electorado de adeptos de otras formaciones políticas.., pero, había un problema demasiado complicado que representaba un obstáculo en el propósito; era la autoridad, prestigio y carisma del rey Juan Carlos I, quien rigurosamente respetado por la cúpula militar y simpatía del pueblo, gozaba de la capacidad de mando, control y reconocimiento internacional como para obstaculizar la hoja de ruta que pretendía y pretende destruir la España del 39 y de paso la del 78.

Pedro Sánchez, respondía al perfil, pero su estructura de pensamiento, rebeldía y desprecio de la mayoría de los socialistas del partido, no se identificaba con la pretensión de los forjadores del plan. El posible candidato, presentaba demasiados enemigos y era considerado por los suyos un vendedor de humo.

Finalmente, resultó elegido secretario general para salvar al partido tras la debacle en las elecciones de 2011.

La victoria de Rajoy en las elecciones del 2016, le obligó a renunciar a su acta de diputado, al no querer apoyar la investidura, y cuando parecía haber desaparecido de la vida política, regresó para volver y presentarse a las primarias del PSOE, enfrentándose a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quien había defendido la investidura de Rajoy para dar continuidad a la vida política y de paso seguir metiendo la mano en la caja del dinero público con el escándalo más corrupto de los últimos 250 años.

Sánchez, volvió a utilizar el recorrido nacional por todas las grandes capitales y pueblos en su coche, enarbolando su famoso "no es no" a Rajoy, convenciendo a las bases socialistas, que lo eligieron de nuevo como su secretario general.

El esquivo Mariano Rajoy, con dos mayorías absolutas, no fue capaz de hacer cambios significativos que consolidarán determinadas estructuras conservadoras.  Con una imagen seriamente dañada por subidas de impuestos y corrupción, Pedro Sánchez consiguió sacar del gobierno a Mariano Rajoy, utilizando la fórmula de moción de censura aprovechando un dictamen de inmoral legalidad, del juez De Prada sobre el caso "Gürtel"  que salpicaba de plano al Partido Popular, mientras los socialistas impedían que aflorase el escándalo más grande de la democracia  como era el caso de los ERE.

Mientras Sánchez hacía alarde de inteligencia y resistencia; Zapatero, Iglesias, Errejón, Monedero, Garzón y también Ivan Redondo, extendían sus tentáculos de convicción y promesas a los distintos grupos catalanes y vascos, trabajando por separado de Sánchez, para establecer cohechos legalizados por los politicos, de  compromisos secretos (.!.) mediante los cuales, todas las reivindicaciones de condonación de deuda, traslado de etarras, indultos, expulsión de la guardia civil y policía, referéndum y facilidad para conseguir la independencia en ambas Comunidades, serían atendidas en el 90% de su absoluta extensión a lo largo de la legislatura, si apoyaban a Sánchez.

Dentro de la hoja de ruta, era imprescindible levantar un escándalo sin precedentes contra el rey Juan Carlos I, acusandole de todo aquello que sirviera para difamar, calumniar y ultrajar su figura, desacreditándole desde todos los ángulos sociales, con reportajes televisivos, artículos y entrevistas, expuestos periódicamente cada cierto tiempo, especialmente cuando se tratase de tapar escándalos protagonizados por los socialistas. Había que impedir que contase su verdad, especialmente los miles de millones de ingresos que había facilitado a España gracias a sus relaciones internacionales; la procedencia lícita e ilícita de su dinero; la falta de pruebas de las acusaciones de comisiones y los escándalos que silenciaba de otros,  relativo a malversación, robo y abuso de altos dirigentes del PSOE. Se le acusó con una fuerte campaña editorial, de ladrón, corrupto y traidor hasta amenazarle con abolir la monarquía y obligar a abdicar en Felipe VI  -acusado de haberse casado con una republicana bien vista por Sánchez, además de ser conocido su odio generacional a la corona y fundamentalmente al Emérito- lo cual  reforzaba la confianza Sanchista para llevar a cabo el proyecto destructor de todos  aquellos valores y tradiciones que tuviesen connotación franquista, impidiendo así, que el rey Juan Carlos I, pudiese oponerse desde el exilió que impulsó su propio vástago a las órdenes de la republicana Leticia, amante del exmarido de su hermana, y nieta de la conocida como "La Patatina", que como bien cuenta Jaime del Burgo y Jaime Peñafiel entre otros,  pronto veremos en Netflix sus andanzas.

La hoja de ruta actualizada de Zapatero, Garzón, Delgado, Iglesias, Sánchez, Bolaños y Conde-Pumpido con el conocimiento de algún otro, se fraguó bajo los siguientes aspectos:

- Dominar y subvencionar medios de comunicación afines (.!.) además de invadir Instituciones, multinacionales y todos los órganos de poder del Estado y fácticos:

  • Fiscalía General del Estado.
  • Abogacía General del Estado.
  • Tribunal de cuentas.
  • Tribunal Constitucional.
  • Tribunal Supremo.
  • Consejo de Estado.
  • Consejo General del Poder Judicial.
  • Consejo de Transparencia y buen gobierno.
  • Renfe, Aena, Adif, Cis, CNMC, SEPI, Indra, Correos, Red Eléctrica, Telefonica, y las que todavía faltan por llegar.

Con la experiencia de Venezuela, Cuba y Argentina, Zapatero, Iglesias y Garzón, habían aprendido cuáles eran los resortes institucionales; los argumentos sociales; la importancia vital de hacerse con el voto de Jóvenes, jubilados, marginados, inmigrantes y okupas; colectivos éstos, que sumados a sus simpatizantes en vena, podrían alcanzar mayoría absoluta contando con separatistas catalanes, proetarras, PNV y partidos doblegados a la limosna prometida.

La "Pandemia" facilitó miles de millones  obtenidos del dinero público de la UE, que sirvieron para financiar Ong's afines; multitud de créditos y subvenciones encaminados a comprar medios de comunicación; retrasar la subida prevista e inminente de hasta el 50% del impuesto de sociedades a las empresas y autónomos y dilapidar miles de millones que posiblemente hayan servido para fines estratégicos comprando voluntades  -que se están investigando demasiado tarde, pero investigando-  con el agravante de jueces y magistrados de tribunales honrados unos, y corruptos otros, de vital relevancia para el esclarecimiento del supuesto fraude.

Para llevar a cabo el buen fin de la estrategia, era necesario mantener un equipo que conformase un Consejo de ministros con un carisma agradecido, comprometido y bien pagado con billetes de todos los colores, y promesa de cargos de alta significación en la UE o Instituciones que garantizasen su futuro en el peor de los casos, como ha ocurrido con Nadia Calviño tras las andanzas del marido.

La estrategia perseguida es, satanizar mantener y alimentar el odio a la derecha; mantener la corona sólo como sinónimo de democracia ante la UE y el País;

Subir el impuesto de sociedades hasta el 50%; permitir que los empleados intervengan en el Consejo de administración de las empresas privadas, con un porcentaje de los beneficios; intervenir a través de la Sepi, en todas las empresas de interés nacional; nacionalizar en torno a un millón y medio de inmigrantes; bajar la edad de voto a los 16 años; subvencionar cuantos mas parados mejor; reducir el horario laboral; subir de vez en cuando las pensiones y el salario minimo; amenazar a la UE con salir de ella si interfiere en asuntos vitales del objetivo marcado; no impedir la proclamación de las repúblicas vasca y catalana en principio, y luego las demas; conseguir un acuerdo bilateral con Marruecos de colaboración y defensa militar, en previsión de un levantamiento civil; subvencionar a todas las Ong's afines; promover la solidaridad con lgtbi+q y adoctrinar en las escuelas sobre genero; retirar todos los símbolos y tradiciones cristianas; divulgar y desorbitar escándalos de la derecha aunque finalmente no sean verdad, y aún así, seguir utilizándolos periodicamente; Instruir sobre memoria democrática contando la historia a favor del PSOE; identificar constantemente a la derecha con el levantamiento que provocó la guerra civil; promover convocatorias en favor de  derechos sociales, humanos, de género, etc.,; asociar continuamente el Progresismo y la libertad con la izquierda y el radicalismo con la derecha; evitar el diálogo o acuerdos con la derecha, salvo casos puntuales de su apoyo con la abstención de ellos.

En conclusión, dividir España, creando una confederación de repúblicas al precio que sea, qué, posiblemente ni Puigdemont podría evitar.