Crónicas de nuestro tiempo

Derecho de pernada del Constitucional al Supremo

El sufrimiento de un juez acosado por un gobierno comunista empeñado en impedir que esclarezca la verdad, debe de ser una tortura permanente, más cerca del vía crucis en el tormento de su camino, que la admiración por el cumplimiento del deber.

El sentimiento de justicia cognoscitiva, es un hábito innato que se posee y se retroalimenta, por medio del cual, el juez conoce y regula su naturaleza humana como unidad indisociable del conocimiento, respeto y creencia para impartir justicia, comparable a la acción divina de un sacramento.

En nuestro país, la dictadura "Zapatero/Sánchez/ Conde-Pumpido" ha descubierto la fórmula contraria a derecho para invadir la justicia, mediante la reformulación de sentencias dictadas por el Tribunal Supremo, recurriendo a la máxima Institución jurisdiccional como es el Tribunal Constitucional, creado, no para enmendar la plana al máximo Tribunal Supremo -cuyo nombre lo denomina-  sino para funciones de interpretación exclusivamente constitucionales recogidas en la naturaleza de su ordenamiento.., y fuera de esa jerarquía, para formar una categoría propia con reconocimiento diferenciado en la Constitución. Su obligación es velar por el cumplimiento de la Constitución con potestad para declarar nulas las leyes inconstitucionales y para defender al ciudadano de violaciones de sus derechos fundamentales, que no es el caso, del abuso de poder que ha ejercido éste Tribunal Constitucional en el caso de los Eres; en el caso de la amnistía y en los casos que vendrán pronto, relativos a fraudes del gobierno y sentencias contra familiares del presidente del gobierno.

Aún así, dicho Tribunal Constitucional, por medio de su presidente, y cabecilla del asalto a las Instituciones, junto con algunos de sus secuaces en connivencia con la dictadura embrionaria a punto de eclosionar, ahora se autodota por imposición de facultades, como Tribunal de casación, utilizando el recurso de amparo, para arrebatar al Tribunal Supremo la máxima autoridad jurisdiccional como Órgano rector del Poder Judicial; con la finalidad de neutralizar aquellas sentencias que no interesen al gobierno.

La dictadura Zapatero/Sánchez/Conde-Pumpido, a quienes responde el titulo del cuento "Ali Babá y los 40 ladrones" con un escenario distinto pero el mismo fin y mucho más, han aprendido de Venezuela el procedimiento razonado de invadir los Tribunales y todo el ordenamiento jurídico a través de redirigir las sentencias incómodas al colonizado Tribunal Constitucional, en interés de poner fin a la persecución del CGPJ y el Supremo en aras de exonerar a la cúpula de su banda, y a aquellos que les sirven para mantenerse en la instauración de la Confederación de repúblicas y países, que sirvan para diluir España.

De esta forma, da igual que sean Tribunales independientes o del ala mayoritaria del PP. El caso es poder suspender dictámenes jurisdiccionales al máximo poder judicial, sometiendo sus sentencias a la casación de dudosa legalidad, pero de cierta comprensión defendible desde un ámbito de cinismo torticero, con un gobierno en la frontera del delito, la irregularidad y el abuso. 

Una importación notablemente mejorada de Venezuela, que el maquiavélico Zapatero ha ido estudiando, desarrollando y configurando, de la mano de Garzón, Delgado, Conde-Pumpido, Iglesias y Juan Carlos Campo.

Pensemos en la persecución y sufrimiento de la jueza Mercedes Alaya durante el desprecio y la indefensión que sufrió, por la rigurosa instrucción que hizo de los Eres, hasta ser apartada y sustituida por la jueza María Nuñez Bolaños, quien nada más llegar anuló un auto de imputación por fraude, y de momento, ha dejado que el tiempo se extendiese lo suficiente cómo para que seis causas de corrupción contra 25 ex altos cargos del Psoe, hayan tenido que ser anuladas; entre otras que seguirán por el camino donde quedan docenas de piezas separadas que posiblemente se iran resolviendo en forma de disolución, con la intervención del fracasado padre de un delincuente cuyo resentimiento, complejo y venganza nos vamos a comer servido en plato frio.

Pienso en Feijoo, proclamando su creencia en la honradez de José Griñan, Manuel  Chaves y Magdalena Álvarez.., y sus comentarios positivos sobre el convencimiento de qué el Psoe no es un partido corrupto, mientras al PP no han  parado de acusarle de corrupto y socio de la ultra derecha ¿Será que Feijoo comparte el pensamiento de un pasado corrupto del PP? ¡Mejor no entrar en ello, como tampoco es prudente entrar en su pasado reciente!!

Pienso en la amenaza y el calvario de algunos Magistrados, por el hecho de investigar o juzgar a corruptos, cuyas sentencias serán sometidas al archivo de las causas cuando llegado el momento, el Tribunal Constitucional se arrogue de nuevo el derecho a ridiculizar y exonerar las causas que instruyen:  Manuel Marchena Gómez, presidente de la sala segunda del Tribunal Supremo; Pablo Llarena, magistrado Juez de la sala segunda del Tribunal Supremo; Manuel García-Castellón, Magistrado Juez de la Audiencia Nacional; Ismael Moreno, Magistrado Juez de la Audiencia Nacional; Juan Carlos Peinado, magistrado Juez de Instrucción de Madrid y Joaquin Aguirre, magistrado juez de Instrucción de Barcelona.

Toda una sucia estrategia de asalto, con el mismo enfoque instrumental que el cohecho legalizado en el Congreso para comprar voluntades a cambio de votos.

Por eso, el derecho de pernada lo ejerce Conde-Pumpido, como el Feudal que amparado en el Constitucional, simboliza el abuso  previo a la noche de bodas, desflorando a la moza para evitar que el marido, en este caso El Supremo, culminará el acto.